Un posible caso de violación sacude 'Gran Hermano África'

Un nuevo escándalo ha salpicado al reality por excelencia, Gran Hermano. Un posible caso de violación ha sacudido la polémica la versión africana del concurso, en la que participan ciudadanos de diferentes países del continente. Todo ocurrió la noche del sábado 27 de Octubre. Los participantes, que compiten por un premio de 100.000 dólares, habían ingerido bastante alcohol y dos de las concursantes yacían semi inconscientes en sus camas. Entonces, un tercer concursante entró en la habitación, comenzó a desnudar a una de ellas y le introdujo un dedo en la vagina.

El caso avivó las críticas de muchos sectores que, ya antes, habían pedido la retirada del concurso por su falta de moral. Pero, ahora, el Centro Legal de Abogados Tshwaranang contra la violencia a las mujeres ha determinado que hubo consentimiento de la concursante. Y el participante no sólo continúa en el reality sino que ha quedado entre los tres finalistas, en un caso que la prensa ya ha bautizado con dudoso buen gusto como el fingergate.

El centro Tshwaranang ha examinado las imágenes del incidente protagonizado por el tanzano Richard Bezuidenhout, de 24 años; y la nigeriana Ofunneka Malokwu. Han determinado que el sexo "parece consentido". "Me parece que si ella hubiera demostrado que no le interesaba, él habría parado", ha dicho Lisa Vetten, portavoz del centro.

Pero pese a la aprobación de esta organización, son muchos los que se preguntan por qué los responsables del programa no intervinieron para evitar lo sucedido. Qué impulsó a los productores a permitir que miles de espectadores contemplaran esas imágenes, en un continente donde los abusos a mujeres están, por desgracia, muy extendidos.

"En este país tenemos una frecuencia demasiado alta de actos de violencia sexual y abusos de mujeres. No se puede aceptar que un medio tan poderoso como la televisión incite a este tipo de comportamientos, corrompiendo así la mentalidad de los jóvenes", ha dicho Vincent Moaga, portavoz de la Comisión Surafricana de Derechos Humanos, al diario The Namibian.

La cosa no termina aquí. Lo paradójico del asunto es que el tanzano no sólo no ha sido castigado por los espectadores, que son los que, en última instancia deben decidir quién se lleva el premio, sino que, de momento, es el favorito.