El último abrazo

El juicio por la muerte de la princesa Diana y su amante, Dodi Al Fayed, sigue indagando en las últimas horas de vida de la pareja, la fatídica noche del 31 de agosto de 1997. La grabación del hotel en el que se alojaban, el Ritz de París, mostrada ayer en el proceso, refleja las últimas muestras de cariño que se prodigó la pareja. Pero, también, que el chofer hizo varias visitas al bar, antes de ponerse al volante del Mercedes que él mismo estrelló contra un pilar del puente del Alma, minutos después. Los tres murieron en el accidente. Esta prueba refuerza la teoría de la policía francesa de que el accidente se produjo por el estado de embriaguez del conductor.

Las últimas imágenes de la princesa Diana subiéndose al coche en el que murieron ella y Dodi Al-Fayed fueron exhibidas ayer por primera vez, ante el jurado que analiza el caso. El material, una compilación de grabaciones borrosas tomadas por las 31 cámaras del circuito cerrado de televisión del hotel Ritz, muestra a la pareja con aspecto relajado y feliz, cogidos de la mano y abrazados.

Sin embargo, lo más trascendental es la actitud del chófer, que ha sido analizada minuciosamente durante el proceso, ya que podría confirmar los informes de la policía francesa, que aseguran que su estado de embriaguez fue la causa del choque.

Momentos antes de la tragedia, Paul aparece hablando con los paparazzi hasta en cinco ocasiones al frente del lujoso hotel, en cuya puerta se reunía la masa de fotógrafos. También acudió en dos ocasiones a uno de los bares el hotel, lo que refuerza la teoría gala.

Se espera que el proceso dure entre cuatro y seis meses, tiempo en el que deberá comparecer también el guardaespaldas de la Princesa, Trevor Rees-Jones, único superviviente del siniestro.