El pincel que filmaba

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Alcalá, 13) inaugura mañana la exposición Fantasía y Movimiento, una muestra que reúne 50 de obras de Ulpiano Checa, entre pinturas y esculturas, que resumen la ingente producción de este artista madrileño, nacido en Colmenar de Oreja. Considerado uno de los pintores más prestigiosos del eclecticismo decimonónico europeo, jamás obtuvo el merecido reconocimiento en su país, oculto por Fortuny, Sorolla y Madrazo. Hasta el punto de que ésta es la primera antología sobre el artista que se hace en España. Pintó como nadie las cargas de caballería y Hollywood se inspiró en la precisión, velocidad y fuerza de sus escenas para las películas de romanos. Sólo tienes hasta el día 30 para verla.

Así lo ha recordado el consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas, quien ha confesado que desconocía la existencia de Checa hasta hace dos años, cuando la alcaldesa de Colmenar de Oreja le informó de la realización de tres grandes exposiciones sobre el artista en Argentina, país donde residió parte de su vida. "La calidad de su obra es incuestionable y está a la altura de Sorolla, Fortuny o Madrazo aunque quedó oculto por ellos", ha indicado el consejero, para añadir que la obra de Checa se está revalorizando cada vez más en el mercado y que esta exposición "redescubrirá un pintor de primerísima línea". Para Fisas, es "el secreto mejor guardado de la pintura española".

Por su parte, Ángel Benito, director del Museo Ulpiano Checa de Colmenar de Oreja y comisario de la muestra, ha recordado su grandeza "al dominar todas las artes, no sólo la pintura, como demostró con sus esculturas, carteles, diseños, ilustraciones, dibujos, realización de escenografía o indumentaria". "Checa no produjo menos de 2.000 obras pero una buena parte se halla en manos privadas porque trabajó mucho por encargo", ha agregado Benito. Sin embargo, el comisario ha recordado que museos como el Prado y el Thyssen cuentan con obras de Checa.

El hombre que pintó 'Ben-Hur'

Junto a los óleos y esculturas, la exposición, que se ha montado igual que cuando él organizaba una exposición individual ("con cierto caos", según Benito-), incluye objetos diseñados por él, como una caja de galletas, un cenicero, un reloj y un abanico. Benito ha subrayado la "imaginación desbordante" de Checa y le ha calificado de "pintor cinematográfico". Una constante de su obra fue siempre la literatura y llegó a dominar el dibujo, la perspectiva y el color. El folclore andaluz, el orientalismo, el retrato y los viajes se descubren en sus cuadros pero, especialmente, su faceta de pintor universal. Se dice que su pincel filmaba, ya que realizó sorprendentes encuadres que anticiparon la llegada del cine. De hecho, en sus obras están inspiradas las escenografías, vestuarios, personajes y movimientos de superproducciones de Hollywood de los años 50 y 60 como Ben-Hur- su Carrera de carros romanos fue la base de la filmación de una de las escenas más memorables de la historia del cine-, Quo Vadis, Espartaco, Los últimos días de Pompeya o la más reciente Gladiador.

Aunque Checa se hizo rico gracias a su trabajo creativo, no logró reconocimiento en España. "Desapareció de la escena porque acabó muriendo en plena I Guerra Mundial y el hecho de trabajar en buena medida por encargo tampoco le ayudó", ha dicho el comisario, al tiempo que ha señalado que su dominio de la técnica "era insultante para sus coetáneos". En cualquier caso, esa falta de reconocimiento no fue algo que preocupase a Checa, quien no sintió la necesidad de formar parte de ninguna corriente artística.

"La gloria nunca de interesó. Estaba más pendiente de su propia economía", ha explicado Ángel Benito. En 1960, el Museo Ulpiano Checa recibió 30 obras donadas por los hijos del artista. Esta colección se amplió en 1992 y ahora se ha incorporado un centenar de obras. Asimismo, en los últimos años los responsables de esta institución están investigando en el archivo familiar (donde se conserva todo lo que se publicaba sobre su trabajo además de muchísimas fotografías de las que el museo tiene unas 500). También estudian la correspondencia de Checa con otros artistas, los regalos que estos hacían a su mujer cuando se reunían y la parte de la obra con contenido cubista que realizó a lo largo de su trayectoria. A la inauguración de esta muestra asistirá mañana Jacqueline, su única nieta viva, que reside en Francia, tiene 92 años y ha venido expresamente para este evento. Según adelantó el comisario de la exposición hay conversaciones para llevar la muestra a Argelia, país esencial en la carrera del artista.