Fajas a 180 grados
Retiradas más de un millar de fajas adelgazantes eléctricas que podían incendiarse y producir quemaduras
La Comunidad de Madrid ha retirado más de un millar de unidades de varios modelos de fajas adelgazantes eléctricas porque podían producir quemaduras de distinto grado, choques eléctricos, cortocircuitos e incluso incendios. Algunos de estos productos alcanzaban los 180 grados, cuando el límite está fijado en 85 grados. También se han retirado en la región un número importante, pero aún sin determinar, de gafas de sol para niños, que podían producir cortes o heridas ante la pérdida de los cristales.
La directora general de Consumo de la Comunidad Autónoma de Madrid, Carmen Martínez de Sola, ha explicado que la retirada de estas fajas es resultado de distintas alertas emitidas desde enero de 2006 en toda España, generadas concretamente "por las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña, Valencia, Murcia y Galicia".
Cortocircuitos e incluso incendios
No obstante, a las unidades que han salido del mercado a instancias de la Administración autonómica madrileña
"habría que sumar" las retiradas que pudieran haber efectuado los ayuntamientos de la región y devoluciones de comercios. Asimismo, ha alertado de que los modelos retirados se comercializaron bajo el nombre de "fajas o cinturones sauna" termoeléctricos, así como que uno de los riesgos fundamentales que determinaron su inmovilización fue el de la "producción de quemaduras".
No en vano se había comprobado que durante su funcionamiento normal "algunas de estas fajas alcanzaban una temperatura superior a 180 grados, superando el límite de 85 grados que marca la norma". Finalmente, ha añadido que otros peligros detectados en estos artículos son "la posibilidad de choque eléctrico, de cortocircuito e incluso incendio", así como que el cable de alimentación no cumplía "con las exigencias de la normativa aplicable" y que el libro de instrucciones no recogía "toda la información exigida", lo que podía dar lugar a lesiones varias.
"En caso de que los consumidores detecten que esto se produce, deben dirigirse al fabricante del producto y reclamar el importe, dando lugar a la devolución íntegra de lo que se ha pagado", ha concluido.
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