Rebelión en el aeropuerto
Más de doscientos pasajeros se amotinan en El Prat en protesta por un retraso de más de ocho horas
Un total de 216 pasajeros de un vuelo de una compañía turca ocuparon la pasada noche parte de la zona de plataformas del aeropuerto de Barcelona tras permanecer más de ocho horas a la espera de la salida de su avión y ser desalojados hasta en dos ocasiones del aparato. El vuelo saldrá finalmente hoy.
El incidente se inició poco después de las 19.30 horas, hora a la que debía despegar de El Prat el vuelo KKK-538 de la compañía Atlasjet tenía en dirección a Estambul. Primer intento, fallido. Los pasajeros no embarcaron hasta una hora después y, después de permanecer hora y media en el interior del avión, fueron desalojados. Segundo intento, nuevamente fallido. Dos horas más de espera y nueva tentativa. Otra vez, fracasada. Los pasajeros fueron por tercera vez desalojados del aparato, que tenía desactivado el aire acondicionado, lo que provocó algunos desmayos. El vuelo, que fue anulado por una avería técnica, saldrá por fin a las 17.30 horas de hoy.
Los mecánicos intentaron reparar la avería sin éxito. Ante esta situación, los pasajeros decidieron sentarse al lado de su avión, aparcado en una de las plataformas del aeródromo barcelonés, hasta que no se les diese una solución.
Los vehículos de Aena y las llamadas jardineras rodearon a los pasajeros para que no se alejaran del aparato. Finalmente, la Guardia Civil les hizo desistir de su postura y, sobre las 3 horas de la madrugada, la compañía decidió alojar a los afectados en cuatro hoteles cercanos al aeropuerto a la espera del vuelo que saldrá hoy.
La compañía Atlas Jet ofreció a los afectados -según este pasajero- hospedarse en un hotel y emprender el viaje a Turquía en la tarde de hoy, si bien decidieron quedarse en la pista del aeropuerto y exigir que les reubiquen en otro avión esta misma noche para que sus vacaciones no se vean afectadas.
Javier Salvador, uno de los pasajeros del vuelo KKK-538, explicó a Efe que la medida perseguía evitar que la compañía sacara los equipajes del avión, puesto que de ese modo se verían obligados a pernoctar en un hotel o abandonar sus maletas, lo que con seguridad aplazaría el vuelo.
Historial veraniego
El motín de ayer en el aeropuerto catalán ha sido la última gota en rebosar un vaso en el que aún flotan pequeñas balsas de aceite. Los problemas de saturación que provocaron continuos retrasos en la salida de vuelos de los meses de verano persisten y seguirán haciéndolo, según los sindicatos, hasta 2009, fecha en que quedará inaugurada la nueva terminal.
Si no volar no se podía, tampoco facturar el equipaje. Los trabajadores de tierra denunciaron a principios de mes que no daban abasto, ante la falta de personal, en la carga y descarga de maletas. Por si fuera poco para la paciencia del viajero, los trenes de Cercanías con destino al aeropuerto sufrían idénticos retrasos.
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