La 'iglesia roja' se niega a morir
La parroquia San Carlos Borromeo aclara que los decretos del Arzobispado no suponen su "extinción"
Los responsables de la iglesia San Carlos Borromeo, situada el barrio madrileño de Entrevías, han afirmado hoy que los decretos dictados por el Arzobispado de Madrid sobre la rectificación de límites en parroquias vecinas, que dirigen a los feligreses de su zona a templos limítrofes, "no suponen la extinción" de la conocida como iglesia roja.
Asimismo, recalcan que, en la actualidad, la San Carlos Borromeo continúa gozando de personalidad jurídica propia, abierta y desarrollando las tareas habituales, "a la espera de un diálogo sereno con el Arzobispado" Estos documentos, firmados el pasado 4 de abril por el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, dictaron ampliar los territorios de las parroquias cercanas de Santa Eulalia de Mérida y de San Francisco de Paula para que éstas ofrezcan el culto a los fieles de la San Carlos Borromeo.
"La sanación canónica de la situación pastoral de la parroquia de San Carlos Borromeo, que desde al año 1986 había sido autorizada para su dedicación preferente a los jóvenes marginados de Madrid, cediendo de hecho la cura pastoral de la feligresía de su territorio a las parroquias limítrofes, aconseja rectificar los límites de las parroquias de Santa Eulalia de Mérida y de San Francisco de Paula, para una más adecuada atención pastoral de los feligreses del territorio de aquella parroquia, que se incorporarán canónicamente a éstas", se señala en los decretos.
Recogida de firmas
Según un comunicado emitido por la parroquia San Carlos Borromeo, estos documentos "más bien dan forma jurídico-canónica a lo que ya se disponía en el Estatuto de la Parroquia de 1985, cuando el templo experimentalmente dejaba de ser parroquia territorial y se la encomendaba preferentemente la pastoral de marginados y excluidos".
Los miembros de esta iglesia indican que ya en aquel momento se acordó el reparto del territorio de San Carlos Borromeo entre las dos parroquias vecinas, "si bien no se había procedido en forma al deslinde definitivo del territorio". "Con los decretos aprobados se subsana la anterior situación y se procede a la asignación de los límites territoriales, adscribiendo a cada una de los dos parroquias citadas las distintas calles del vecindario", añaden. De este modo, aseguran que el cierre de una parroquia requiere un procedimiento recogido en el Código de Derecho Canónico que culmina con un decreto explícito del Obispo acordando la supresión de la parroquia y, en su caso, otro de remoción del párroco.
"Como se puede verificar cotejando los decretos que se adjuntan no se ha producido lo uno ni lo otro", indican. Entre estas tareas, según la página web propia de la parroquia, que no dispone de un enlace desde el sitio electrónico de la Archidiócesis, mañana viernes responsables de la parroquia efectuarán una octava recogida de firmas de apoyo a partir de las 11.00 horas en la sede del Arzobispado de Madrid. "En estos momentos ya son más de 16.000 las firmas socilicitadas", agregan.
Bono sale otra vez en su defensa
El ex ministro de Defensa y ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha asegurado no comprender que a algunas personas, "invocando a Cristo", les parezca "mejor ir a laguerra de Irak que ir a una parroquia, aunque sea la de San CarlosBorromeo".Bono, que hoy ha presenciado la procesión del Corpus Christi en Toledo, se ha pronunciado así al ser preguntado por los periodistas por su asistencia a la misa de la parroquia roja. El ex ministro ha dicho que su presencia el pasado domingo en la parroquia fue "un acto de afecto y solidaridad a un sacerdote (Enrique Castro), que es solidario y es un ejemplo de bondad y de amor hacia el prójimo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.