Un ex comisario afirma que dejaron de investigar a 'El Tunecino' en 2002 porque cambió de teléfono
La Unidad Central de Información Exterior no pudo averiguar el nuevo número
El ex comisario de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía Rafael Gómez Menor ha explicado hoy que dejaron de investigar en 2002 a uno de los presuntos autores del 11-M, el suicida Serhane Ben Abdelmajid, 'El Tunecino', porque cambió de teléfono y no pudieron averiguar el nuevo número.
En su declaración como testigo, en esta trigésimo primera jornada del juicio por los atentados de Madrid, Gómez Menor ha indicado además que su unidad investigó también al acusado Rabei Osman El Sayed, 'El Egipcio', considerado cerebro de la masacre, entre febrero de 2002 y hasta el 27 de febrero de 2003, fecha en la que supuestamente, según ha recordado, éste se marchó de España.
Otro de los acusados conocido por la UCIE desde 2000 era Jamal Zougam, ya que en esa fecha investigaban, según ha relatado este testigo, al líder de una célula de Al Qaeda en España, Imad Eddin Barakat Yarkas, 'Abu Dahdah', que en esa época acudía frecuentemente al local que este procesado regentaba en Lavapiés.
Respecto a 'El Tunecino', del que dijo que desconocía que también le estuviera investigando la Brigada Provincial de Información de Madrid, ha relatado que la UCIE le investigó de junio a noviembre de 2002 mediante la intervención de su teléfono y cuando lo cambió no pudieron averiguar el nuevo número y desistieron de continuar con las pesquisas.
El hallazgo de la finca de Chinchón
En cuanto a la investigación del 11-M, indicó que su "primera verdadera intervención directa" fue en el hallazgo de la finca de Chinchón en la que supuestamente se montaron las bombas que se colocaron en los trenes. Gómez Menor ha hecho un relato prolijo del despliegue policial para la localización de esa finca que se sospechó tenían los terroristas en la zona, al constatar que las tarjetas empleadas en los teléfonos que activaron los artefactos de las mochilas-bombas fueron iniciados en la BTS (repetidor) de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, que limita con Chinchón.
El rastreo, "tratando de buscar árabes en la zona", comenzó el 19 de marzo de 2004 y se prolongó hasta el día 26, cuando el registro de la propiedad de Aranjuez envió datos de una finca a nombre de una mujer árabe que él al verlo relacionó con el de la esposa de uno de los acusados en relación con la célula de "Abu Dahdah", Mohamed Needl Acaid.
El ex comisario de la UCIE ha explicado que le facilitaron un listado con una relación de números de teléfonos, a raíz de los cuales llegaron a descubrir la existencia del piso de Leganés, pues, según dijo, la tarde del 2 de abril de 2003 las compañías telefónicas les facilitaron la localización de las BTS vinculadas con esos números.
Esa misma tarde, ha añadido el testigo, les apuntaron las localidades de Leganés, Parla y Fuenlabrada, y ya por la noche y en la mañana del día 3 indicaron únicamente Leganés, por lo que "allí debía haber algo y por eso el despliegue", manifestó.
Ha confirmado también que ni él ni nadie de su unidad tuvo ninguna intervención en el asedio policial a la vivienda de Leganés en la que se suicidaron siete de los responsables del 11-M, aunque negó que hubiera habido una orden explícita para que ninguno de los funcionarios de la UCIE se personarán a ese lugar el 3 de abril de 2004. "Yo me estaba mordiendo la lengua para ir para allá pero no se quedaba nadie allí (en la unidad) (...) me tuve que aguantar y quedarme", ha recordado Gómez Menor.
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