La Guardia Civil investiga a familiares y amigos del niño desaparecido en Gran Canaria hace seis días
El rastreo se centra hoy en el barranco de Las Tirajanas, al sur de Gran Canaria
La búsqueda de Yeremi Vargas, el niño de siete años desaparecido el pasado sábado en Gran Canaria continúa hoy por el sureste de la isla, sin que hasta el momento haya algún rastro de él. El delegado del gobierno en Canarias, José Segura, ha dicho esta tarde que las investigaciones se dirigen tanto a familia como a amistades, profesores y vecinos. La isla de Gran Canaria permanece consternada por la desaparición del niño. El presidente del Cabildo cree que al pasar los días sin resolverse el caso gana terreno la hipótesis del secuestro.
En los últimos seis días se han inspeccionado, sin éxito alguno, invernaderos abandonados, laderas, parajes, barrancos, pozos y viviendas deshabitadas, en busca de algún rastro del menor. En las labores de búsqueda participan miembros de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, voluntarios, un centenar de militares del Regimiento de Infantería Canarias 50 y policías especializados en investigar desapariciones que se han desplazado a Gran Canaria desde la Península. El rastreo se lleva a cabo por tierra, con la ayuda de perros adiestrados, y por aire, con la colaboración de un helicóptero de la Guardia Civil.
El delegado del Gobierno en Canarias ha dicho que las pesquisas también se dirigen al entorno del
niño y su familia, incluyendo amistades, maestros y vecinos. Tenemos "la esperanza de la racionalidad" en encontrar al niño, dice Segura, quien mantiene la intención de que el caso sea resuelto "satisfactoriamente".
Yeremi Vargas desapareció el pasado sábado sobre las 13.30 horas cuando jugaba en un solar de la zona de Los Llanos, en Vecindario, a pocos metros de su abuelo y dos tíos, después de que la abuela llamara a la familia para comer y todos entraran en la vivienda menos él.
Al darse cuenta de que el niño no estaba en la mesa, la familia comenzó su búsqueda en la casa y posteriormente en los alrededores de la vivienda, y acto seguido denunciaron la desaparición del pequeño ante las autoridades. Yeremi Vargas tiene siete años, los ojos marrones, el pelo rubio y lleva gafas, y en el momento de su desaparición vestía un jersey de color naranja, un pantalón de chándal gris y zapatillas deportivas.
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