El mítico hotel Adlon de Berlín cumple cien años
El establecimiento, escenario de los cambios políticos, sociales y culturales de la Alemania del siglo XX, fue inaugurado por el emperador Guillermo II en 1907
Inaugurado por el emperador Guillermo II en 1907 y testigo de las dos grandes guerras del siglo XX, el legendario hotel Adlon de Berlín celebra este año su centenario. Ubicado junto a la puerta de Brandeburgo de la capital alemana, en sus habitaciones se han hospedado un gran número de ilustres huéspedes, como Albert Einstein, Greta Garbo o Marlene Dietrich.
Thomas Mann se alojó en el hotel Adlon en su viaje a Estocolmo para recibir el Nobel de Literatura en 1929, mientras que Charles Chaplin casi perdió sus pantalones en la entrada del histórico establecimiento debido al ímpetu de sus admiradores, cuando acudió al Adlon a presentar su película Luces de la ciudad (1931). Estas son algunas de las anécdotas recogidas en un libro y en una exposición que conmemoran el aniversario del lujoso hotel, que en 1997 fue restaurado y que, desde entonces, ha alojado al Dalai Lama, Nelson Mandela, la reina Beatriz de Holanda, Jacques Chirac, Silvio Berlusconi y Bill Clinton, entre otras personalidades. Las estrellas del séptimo arte y de la música también son asiduas al Adlon, entre ellas Nicole Kidman, Liza Minelli, Robert de Niro, Sofía Loren, Plácido Domingo o Michael Jackson.
El director del hotel, Stephan Interthal, aseguró ayer en una rueda de prensa que se trata del único local alemán de este tipo inaugurado dos veces por sendos jefes de Estado y en el mismo siglo: el emperador Guillermo II, en 1907, y el presidente alemán Roman Herzog tras su reconstrucción en 1997.
El Adlon fue fundado por Lorenz Adlon, costó 20 millones de marcos de oro y acogió a huéspedes como John Davison Rockefeller o Franklin D. Roosevelt. El establecimiento sobrevivió casi intacto a la II Guerra Mundial y fue convertido en hospital militar en abril de 1945, pero sólo un mes después sufrió un gran incendio que sólo dejó en pie una de sus alas laterales. Las dependencias indemnes siguieron funcionando como hotel hasta 1984, cuando también se derribó esa parte del edificio.
Tras la caída del Muro en 1989, la empresa Kempinski, a la que vendió los derechos del hotel la viuda de su fundador, Hedda Adlon, reconstruyó el establecimiento, que volvió a abrir sus puertas al público hace diez años.
El responsable de la exposición, Wilfried Rogasch, alabó ayer el valor histórico del hotel como escenario de cambios políticos, sociales, culturales e incluso gastronómicos, y destacó que forma parte de la historia de la Alemania del siglo XX. A lo largo de este año, el establecimiento también proyectará películas rodadas o inspiradas en el hotel e invitará a merendar, el próximo 1 de julio, a todos los berlineses que cumplen también cien años en 2007.
El Adlon, que celebrará su centenario por todo lo alto el 29 de octubre, ha producido dos vinos y ha creado un cóctel y una tarta especiales para conmemorar esta efeméride. El restaurante Lorenz Adlon ofrecerá durante el primer jueves de cada mes, entre marzo y octubre, un menú exclusivo que repasará la gastronomía de los últimos cien años, eso sí, a 200 euros por persona, vino incluido.
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