Cinco inmigrantes resultan heridos cuando intentaban saltar la valla de Melilla

Cinco inmigrantes han resultado heridos leves esta madrugada tras saltar la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos, según han informado fuentes de la investigación. Los indocumentados pertenecen a un grupo más numeroso, de unas 40 personas, según ha precisado el delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, José Fernández Chacón. El incidente coincide con el aniversario del último intento masivo registrado en el perímetro melillense. En aquella ocasión, 300 sin papales lograron franquear el muro.

El asalto se produjo sobre las 6.40 horas, y ninguno de los inmigrantes consiguió cruzar todo el entramado fronterizo, compuesto por dos vallas y la llamada sirga tridimensional que se está instalando, según el delegado, quien ha indicado que el mismo grupo intentó un segundo asalto al vallado, que fue abortado por las fuerzas policiales marroquíes.

En rueda de prensa ofrecida este mediodía, Fernández Chacón, ha afirmado que el número de inmigrantes que intentó el salto fue de unos 40, por lo que el hecho no tiene nada que ver con asaltos vividos hace un año cuando hasta 700 inmigrantes lo intentaban simultáneamente. Según Chacón, los heridos fueron atendidos "por razones humanitarias". Ninguno de los participantes en el salto consiguió cruzar todo el entramado fronterizo.

"Técnica del salto"

Según Fernández Chacón, los inmigrantes que protagonizaron este intento de salto utilizaron un sistema diferente, dada la instalación de la sirga tridimensional y explicó que en esta ocasión se ha utilizado "la técnica del salto" entre las dos vallas, entre las que existe una distancia aproximada de 2,5 metros.

El representante gubernamental ha afirmado que supuestamente los inmigrantes pudieron utilizar escaleras en el lado marroquí, pero no así para cruzar el espacio que hay entre las dos vallas y en el que se encuentra instalada la sirga, para lo que se sirvieron de cuerdas y del propio impulso de un salto.

En opinión de Fernández Chacón, los inmigrantes han variado este sistema porque "eran conscientes de que si bajaban hacia el entramado de la sirga tendrían más dificultades para acceder a la tercera valla". Según el delegado que la sirga tridimensional, que todavía no se ha terminado de instalar, "cumple su objetivo", aunque ha matizado que "siempre será objeto de revisión en algunos puntos que pensemos que pueden ser vulnerables".