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Anne Igartiburu se separa de Igor Yebra antes del segundo aniversario de su boda

La ruptura se debe a las largas temporadas que pasan separados debido a los compromisos profesionales del bailarín

Poco les ha durado el matrimonio a la presentadora Anne Igartiburu y al bailarín Igor Yebra, que se han separado antes de cumplir el segundo aniversario de su boda. La revista Hola confirma la noticia y asegura que se debe a las larguísimas temporadas que pasan separados debido a los compromisos profesionales del bailarín.

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La ruptura, según cuenta la revista, que cita fuentes fidedignas próximas a la popular pareja, se produjo el pasado mes de enero, y poco después Igor abandonaba el domicilio conyugal con sus pertenencias. Al parecer, la crisis se inició a finales del pasado mes de noviembre y, según explican allegados de la pareja a la revista, ella lo pasó muy mal al sentirse incapaz de reconducir la situación.

La pareja tiene una niña adoptada, Noa, de origen indio, que ahora se quedará con la presentadora puesto que ella inició los trámites de adopción aunque él luego le dio sus apellidos. Además, Anne se quedará igualmente el domicilio conyugal, puesto que se casaron en régimen de separación de bienes y ella es la única propietaria.

Un divorcio de mutuo acuerdo

Hace unos días, y mientras Igor se encontraba de gira fuera de España, Anne Igartiburu, —conocida por presentar Corazón de... y ¡Mira quién baila! en TVE—, acudió a una notaría de la capital de España para otorgar poderes a su abogado a fin de iniciar los trámites de divorcio.

El divorcio, según Hola, se hará de mutuo acuerdo, dado que entre la presentadora y el bailarín existe un buen entendimiento personal y, sobre todo, mucho respeto. La revista añade que la razón de la ruptura hay que buscarla en la distancia física de la pareja, dado que Igor Yebra se pasa gran parte del año fuera de España actuando.

La pareja contrajo matrimonio el primer viernes de septiembre de 2004. Ella subió, vestida de novia, los 203 escalones que la llevaron al altar de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo), donde la esperaba Yebra, del que se había enamorado tres años y medio antes.

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