Declaración institucional de Zapatero para anunciar el inicio de contactos con ETA
ETA declaró el 23 de marzo pasado por primera vez un alto el fuego permanente, por primera vez después de tres años sin atentados mortales, y por primera vez, en situaciones de este tipo, habiendo desaparecido prácticamente la totalidad de sus acciones. En distintos momentos del periodo democrático hemos tenido expectativas de poder alcanzar el fin de la violencia. Los gobiernos sucesivos, tanto el de Felipe González como el de José María Aznar, intentaron alcanzar la paz. No fue posible. Lo intentaron de buena fe. Y desde aquí mi reconocimiento a esos esfuerzos que en su día hicieron. Lo singular de la situación no es tanto lo que ETA ha dejado de hacer, sino lo que los demócratas hemos hecho durante todos estos años, defendiendo los valores democráticos, defendiendo los valores constitucionales, y de manera muy singular todos los ciudadanos de nuestro país. El objetivo de todos los gobiernos ha sido la erradicación de la violencia en el País Vasco y en el resto de España. Para ello ha habido distintos procesos de diálogo y de acuerdos entre fuerzas políticas, destinados a fortalecer el Estado de derecho. Quiero desde aquí hacer un reconocimiento a todos los servidores del Estado de derecho, en su tarea, en la que han realizado y en la que realizan en estos momentos.
En estos largos años todos los Gobierno han intentado alcanzar la paz desde un compromiso amplio de convivencia, manteniendo un principio esencial: la democracia no va a pagar ningún precio político por alcanzar la paz. Y defendiendo que el proceso de pacificación y normalización del País Vasco es una tarea de todas las fuerzas políticas. Así se ha recogido en distintas resoluciones institucionales. Precisamente al amparo de la resolución adoptada por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005, quiero anunciarles que el Gobierno va a iniciar un diálogo con ETA manteniendo el principio irrenunciable de que las cuestiones políticas sólo se resuelven con los representantes legítimos de la voluntad popular. Así lo ha anunciado el ministro del Interior a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria esta mañana. Quiero agradecer la actitud de todas las fuerzas políticas, y quiero subrayar que la forma de realizar este anuncio a la opinión pública es responsabilidad exclusiva del Gobierno. He reiterado en más de una ocasión que el proceso va a ser largo, duro y difícil. Lo abordaremos con decisión y con prudencia, con unidad y con lealtad, y siempre respetando la memoria de las víctimas.
Quiero también establecer principios básicos sobre el futuro de Euskadi, y para ello quiero hacer una apelación a los ciudadanos, a las formaciones políticas y a la sociedad vasca en general. Los ciudadanos de Euskadi disfrutan del mayor autogobierno que han tenido nunca en su historia con el Estatuto de Gernika, elaborado al amparo de la Constitución de 1978. Decidieron, los ciudadanos vascos, libremente su futuro. Desgraciadamente ha persistido la violencia, la coacción y el terror. Tenemos la oportunidad de poner fin a esa situación, y desde los principios del pasado, desde los principios democráticos, les digo que el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y coacción.
En más de una ocasión me han escuchado decir que el futuro de Euskadi exige un gran acuerdo de convivencia política. Concretamente, en el debate sobre el plan Ibarretxe, 'si vivimos juntos', afirmé en aquella ocasión, 'decidimos juntos'. Un gran acuerdo político de convivencia, por eso el Gobierno entiende que los acuerdos entre las distintas formaciones políticas de Euskadi deben alcanzarse con el máximo consenso posible, respetando la pluralidad política de Euskadi y en igualdad de oportunidades para todas las formaciones. Voluntad democrática, sujeción a la legalidad, amplio acuerdo político que recoja el pluralismo de la sociedad vasca, ésas son las reglas. Reglas que valen también para la participación en la vida política institucional, para las formaciones políticas. Por ello, quiero reiterarles que el Gobierno va a mantener la vigencia de la Ley de Partidos. Durante años todos los demócratas hemos intentado que aquéllos que no aceptaban, que no han aceptado la voluntad democrática de los vascos, acepten las reglas del juego. Tenemos esa oportunidad, y trabajaremos para que eso se pueda consumar.
Quiero dirigirme ahora a la sociedad vasca. La paz es una tarea de todos. La paz será fuerte si tiene profundas raíces sociales, si abarca al conjunto de la sociedad vasca. Hoy entiendo que los partidos políticos, los agentes sociales, económicos, sindicales, deben adoptar acuerdos para ese pacto de convivencia a través de los métodos de diálogo que estimen oportuno, y por supuesto a través de los métodos democráticos para trasladar dichos acuerdos a los distintos ámbitos institucionales. Voy terminando. Quiero expresar el compromiso absoluto del Gobierno, el mío personal, con los valores, principios y reglas con la Constitución de 1978, que ha representado un éxito colectivo para nuestra convivencia.
Soy plenamente consciente de que los ciudadanos tienen un gran anhelo de paz y una exigencia de máximo respeto a las víctimas del terrorismo y a sus familias. Como presidente del Gobierno de España, asumo la responsabilidad de colmar ese anhelo de paz y esa exigencia de máximo respeto, reconocimiento, a la memoria, al honor, a la dignidad de las víctimas del terrorismo y de sus familias. La sociedad española conoce el alcance de la tarea que tenemos por delante. Una tarea que voy a desarrollar con prudencia y con discreción. Quiero desde aquí pedir para esa tarea la colaboración de todos los medios de comunicación, teniendo en cuenta el alcance del proceso que vamos a vivir. A finales del mes de septiembre, el ministerio de Interior realizará una nueva ronda de información a todos los grupos parlamentarios sobre el desarrollo del proceso que hoy abrimos. Muchas gracias.
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