31 ovaciones para un discurso de datos y cifras

ElPAIS.es ofrece a sus lectores la posibilidad de consultar las crónicas de sus periodistas de referencia sin tener que esperar a la edición en papel de mañana. Camilo Valdecantos, Anabel Díez, Pilar Marcos, Carlos E. Cué y Luis R. Aizpeolea ya han comenzado a enviar sus primeras impresiones tras la intervención del presidente Zapatero.

Camilo Valdecantos cuenta que la intervención del presidente, de hora y cuarto de duración, ha sido muy jaleada por el grupo parlamentario socialista. Bastante más que en otras ocasiones y, en concreto, bastante más que el año anterior. De hecho, le han interrumpido con sus aplausos en 31 ocasiones. Han recibido el final de su discurso, incluso, aplaudiendo en pie. Una referencia del presidente a que los españoles "deberíamos tener el mismo respeto a los inmigrantes que nosotros queríamos para los españoles", ha sido la más jaleada.

La primera parte del discurso, la más extensa, ha querido aprovechar lo que el Gobierno entiende como un buen momento económico. Para ello, el presidente se ha apoyado mucho en cifras, en datos, cuenta Camilo Valdecantos. Otra parte muy significativa la ha dedicado a la educación, la investigación y las tecnologías. Sólo al final y de manera muy breve ha hecho una referencia al proceso de paz. "Reafirmo hoy mi determinación de trabajar para el fin de la violencia, para el fin de ETA". La brevedad de la referencia era algo que ya se esperaba por lo que no ha suscitado sorpresas.

La conclusión final podría resumirse, según Camilo Valdecantos, en la frase con la que ha terminado el discurso: "El Gobierno se siente razonablemente satisfecho con la evolución de España pero no es conformista con la evolución de la situación". El presidente ha acabado con un optimista brindis al sol, diciendo que el proyecto que el representa: "Nunca alcanzará su cuota de ambición para con España".

Anabel Díez ha definido esta primera intervención como "plúmbea por definición, con cifras y datos". "Aunque hay que agradecer a Zapatero que le ha puesto énfasis e incluso calor en algunos momentos", ha añadido. "Dentro de unas horas no quedará ni el eco de esta intervención y sólo sobrevivirán las diez medidas que ha propuesto y que seguro que a los ciudadanos interesarán mucho. A partir de ahora, con la intervención de Rajoy, el debate tomará otra dimensión ya que la España que el líder de la oposición tiene previsto describir no se parecerá ni por asomo a la que ha dibujado Zapatero", avanza la periodista.

Luis R. Aizpeolea se interpreta que "el presidente ha querido acercarse a la España real, hacer un poco de pedagogía y huir de los temas de los que la gente está harta y que se abordarán por la tarde, como el debate territorial. Por eso, ha basado su intervención en los asuntos más cotidianos: la economía, los problemas sociales, la inmigración. Y lo ha hecho a conciencia. Del terrorismo no ha hablado con el objetivo de no agriar la relación del PP porque para reforzar el proceso de paz desea el apoyo de todos los grupos políticos".

Pilar Marcos califica la intervención de Zapatero como "muy prolija". Le ha llamado la atención que se extendiera tanto en temas como investigación y desarrollo, la situación de los jóvenes y otras cuestiones sociales e hiciera mínimas menciones a los dos grandes asuntos de debate en este momento: el debate autonómico y el final del terrorismo. Sobre el primer tema, destaca su mínima referencia a los parlamentos autonómicos como "receptores de la voluntad de las autonomías", y el papel que le queda al Congreso de dar a esas propuestas encaje constitucional". De su mención al terrorismo se queda con dos palabras: "diálogo y generosidad".