Alberto de Mónaco quiere viajar ahora a la Antártida

El príncipe Alberto de Mónaco llegó ayer al Polo Norte en una expedición de trineos tirados por perros, y ha quedado tan cautivado por la experiencia que ya planea un nuevo viaje de aventura, esta vez a la Antártida, según los organizadores rusos de su travesía ártica.

"El príncipe estuvo tan emocionado que prometió continuar sin falta la cooperación con sus colegas rusos y anunció sus planes de realizar en un par de años un nuevo proyecto, en la Antártida", dijo el diputado Leonid Slutski, uno de los organizadores del viaje al Polo Norte del príncipe monegasco.

El objetivo de la expedición ártica de Alberto II, acompañado por siete personas, es "llamar la atención" sobre las consecuencias del calentamiento del planeta y homenajear a su tatarabuelo y "padre de la oceanografía moderna", Alberto I, quien a comienzos del siglo pasado realizó cuatro campañas de exploración al Spitzberg.

"Estoy feliz de haber alcanzado el reto que me había fijado y de haber llegado al Polo Norte con todo mi equipo, sano y salvo", declaró el príncipe, después de plantar allí la bandera de Mónaco y luego la del Comité Olímpico Internacional (COI), del que es miembro. Y agregó que "la aventura humana excepcional que acabamos de vivir no debe hacernos olvidar que nuestro planeta corre un gran peligro y que debemos -más que nunca- movilizarnos para su salvaguarda", según el comunicado de Palacio.

El príncipe y sus acompañantes alcanzaron el Polo Norte después de recorrer cerca de un centenar de kilómetros en trineo desde la base meteorológica rusa de Barneo, que abandonaron el pasado jueves. Las condiciones fueron "a veces difíciles", debido a los cambios de tiempo y del estado del hielo, indica la nota del Principado mediterráneo.

Después de recorrer unos 20 kilómetros el primer día, la expedición sólo anduvo 17 el segundo, en el que se encontraron visibilidad reducida y muchos bloques de hielo. La marcha también se vio interrumpida por la caída de dos miembros del equipo en el agua helada, "por fortuna sin consecuencias". El sábado, con mejores condiciones meteorológicas, el príncipe y sus acompañantes salvaron más de 35 kilómetros y ayer recorrieron los últimos 20 en poco más de seis horas. Según el Palacio monegasco, Alberto II es el primer jefe de Estado en ejercicio que alcanza el Polo Norte.