Objetos perdidos a subasta en Internet

Algunos son tan comunes como una bufanda y otros tan absurdos como una dentadura. La Oficina Municipal de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de Madrid ha comenzado hoy a subastar, a través de Internet, cientos de artículos perdidos y entregados por los ciudadanos en sus dependencias entre los años 1924 y 1975. La subasta se inició a las tres de esta tarde, momento a partir del cual cada minuto va apareciendo un lote de objetos, y acabará a la misma hora del próximo viernes día 17.

La puja, en 111 lotes de joyas, relojes y objetos diversos, está organizada por la casa de subastas por Internet eBay y Sala Retiro, la sala de subasta de Caja Madrid. Para participar hay que entrar en la web de la Sala Retiro, (www.salaretiro.com) o en la de eBay (www.eBay.es), donde se muestran los 111 lotes. Aunque hay lotes desde un euro, una de las piezas estrella de la subasta es una pulsera de platino cuajada de diamantes de talla antigua, que sale a la venta con un precio inicial de 1.500 euros. Junto a este llamativo y exclusivo artículo, sale a la venta una cruz de brillantes, cuya puja se inicia en 1.000 euros, según fuentes de Sala Retiro y del Ayuntamiento de Madrid.

Además hay todo tipo de joyas, relojes de pulsera y de bolsillo, mantones de Manila, condecoraciones, gafas, polveras, camafeos, solitarios y pitilleras. Algunos lotes incluyen artículos curiosos, como una medalla al Mérito Civil, un sello de hombre con sus iniciales y dos fotos, un monedero con una barra de labios dentro o cajitas con sólo un pendiente que acababa de arreglarse en la joyería.

Cuándo y dónde fueron encontradas

Muchas de estas piezas conservan la etiqueta que le fue colocada en su día en la oficina de objetos perdidos y que da fe todavía de cuándo y dónde fueron encontradas. La Oficina Municipal de Objetos Perdidos, situada en el número 7 del Paseo del Molino, dispone de casi 1.000 metros cuadrados para albergar lo que cada día pierden u olvidan los ciudadanos, desde lo más común, como bolsos, carteras, bufandas, guantes, gafas y móviles, hasta lo más raro, como alguna dentadura postiza.

La procedencia de los objetos es muy diversa: taxis, autobuses, Metro, museos, polideportivos o la vía pública son lugares donde se hallan innumerables objetos, aunque dónde más cosas se olvidan es en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de Renfe. Aunque en los años en que se perdieron y se encontraron las piezas que ahora se subastan no era así, en la actualidad la Oficina de Objetos Perdidos tiene la obligación de mantener los artículos en sus dependencias durante al menos dos años, a la espera de que aparezca su propietario.

Y, si en ese periodo no aparece su dueño, se entregan a la persona que lo depositó en la oficina. Todo lo que no es reclamado se clasifica según su valor y la utilidad que puedan tener, y si se pueden usar, se entregan a instituciones sin fines lucrativos, mientras que con aquellos que tienen más valor se organizan subastas.