Conde-Pumpido admite que pidió a Fungairiño su renuncia porque "la paciencia tiene un límite"

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha reconocido hoy que presionó a Eduardo Fungairiño para que presentara su renuncia como fiscal jefe de la Audiencia Nacional por razones "estrictamente profesionales" y porque "la paciencia tiene un límite".

Conde-Pumpido ha explicado que perdió la confianza en Fungairiño después de que no informara sobre el expediente abierto al magistrado de la Audiencia Nacional Luis Martínez de Salinas así como la pasividad de su departamento ante las próximas excarcelaciones de terroristas de Al Qaeda.

"Cuando tuve conocimiento de que el hecho que se trataba de evitar, que era la puesta en libertad de los terroristas, se iba a producir el 17 de febrero, sin que el Tribunal Supremo tuviese la oportunidad de resolver antes porque no se había hecho la comunicación con los tres meses que se establecía en la instrucción, traté de averiguar de quién era la responsabilidad de que estos hechos se hubieran producido, y lo averigüé", ha explicado.

Unidad de actuación

El fiscal general ha argumentado que la Constitución le obliga a "garantizar la unidad de actuación del Ministerio Público y cuando una serie de actuaciones de carácter estrictamente profesional ponen de relieve que no se cumple en alguna fiscalía su obligación es intentar que se haga". Si esos intentos reiterados se ven sucesivamente frustrados, dice, "llega un momento en el que el fiscal tiene que adoptar la decisión que la ley establece: el relevo".

Conde-Pumpido ha añadió que el nuevo fiscal jefe de la Audiencia Nacional deberá ser una persona que sintonice con él "para que no exista la posibilidad de disfunciones". A partir del lunes se abrirá el proceso para elegir a un nuevo responsable del ministerio público en la Audiencia Nacional.