España y Portugal suman esfuerzos en investigación para ser más competitivos

Con una rueda de prensa conjunta del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y del portugués, José Sócrates, ha concluido hoy en Évora, Portugal, la segunda jornada de la XXI Cumbre Ibérica. En ella los dos Gobiernos han confirmado que comparten posturas en los asuntos de alcance europeo, como las perspectivas financieras de la UE, o la necesidad de que la Unión adopte un papel más determinante en materia de inmigración. Han acordado también que el AVE entre Madrid y Lisboa no estará listo antes de 2013, como ya anunció Portugal el pasado mes de julio.

Especialmente significativos han sido los acuerdos alcanzados en materia de innovación tecnológica e investigación científica, que contemplan como punto "estrella", en palabras de Zapatero, la creación de un centro conjunto de investigación en la ciudad portuguesa de Braga. El presidente español ha señalado que este acuerdo inicia un camino conjunto de innovación, que en el marco de la Agenda de Lisboa, tratará de incrementar conjuntamente la competitividad de las dos economías.

El presidente español ha afirmado así que no sólo se profundiza en el momento "de excelencia" que viven las relaciones entre los dos países, en referencia a los acuerdos en materias de infraestructuras y al incipiente mercado ibérico de la energía eléctrica, sino que esa cooperación se amplía a materias como "la seguridad, el empleo, el medio ambiente y ante todo, porque sin duda alguna ha sido la estrella de esta cumbre, la investigación, la ciencia, el futuro", según Zapatero.

Esta postura la ha confirmado poco después Sócrates, que ha asegurado que la prioridad de su país en relaciones exteriores es "España, España y España". El primer ministro Portugués ha calificado de histórico el estado de cooperación actual, y ha afirmado también que la actuación conjunta en investigación es estratégica.

Sólo una línea de AVE, y sólo desde 2013

Los acuerdos para la construcción de líneas de AVE entre los dos países, que en 2003 año fueron la estrella de la cumbre, y que fueron ratificados el pasado año, han quedado en un segundo plano ante las dificultades por las que pasan las finanzas públicas lusas, que han obligado a Portugal a renunciar de momento a todas las conexiones con España a excepción de la que unirá Madrid y Lisboa, y a retrasar a 2013 la fecha prevista para la apertura de esta línea.

También son relevantes los acuerdos en materias como la prevención de incendios -la sequía que afecta a la Península Ibérica se cobró en forma de incendios decenas de miles de hectáreas de masa forestal en Portugal durante el verano- o las medidas de colaboración previstas ante una posible pandemia de gripe aviar.

De la histórica ciudad lusa de Evora, ha salido también una postura común respecto a los principales asuntos europeos. En el orden del día ha estado así la próxima aprobación de las perspectivas financieras de la UE (el llamado "presupuesto comunitario"), y ambos jefes de Gobierno han señalado la necesidad de que la Unión Europea asuma un papel más determinante en la lucha contra la inmigración ilegal.