Rajoy cree que la reforma del Estatuto convierte en "papel mojado" los Presupuestos para 2006

La reforma del Estatuto catalán parece contaminar todo el debate político, hasta tal punto que incluso los Presupuestos Generales del Estado se ven no sólo influidos sino, según el Partido Popular, hasta torpedeados por este asunto. El presidente de la formación conservadora, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy durante el debate en el Parlamento sobre las cuentas públicas de 2006 que sobre éstas "gravita una poderosa incógnita". En su opinión, si se aprueba la reforma estatutaria que "impulsa" el Gobierno, los presupuestos presentados hoy ante las Cortes por el ministro de Economía, Pedro Solbes, quedarían convertidos en "papel mojado". Y no sólo eso: sería además el "fin"del Ministerio de Hacienda.

Rajoy ha defendido la enmienda a la totalidad presentada por el PP al proyecto de ley de presupuestos advirtiendo que "salvo que se rechazase en esta Cámara", el Estatuto alteraría "sustancialmente" el capítulo de gastos y de ingresos de las cuentas presentadas por Solbes, que así tendrían sólo una vigencia de medio año. Además, ha criticado que el ministro de Economía eluda "esta importante cuestión que es clave", y le ha instado a explicar si está de acuerdo con que las comunidades autónomas "recauden, inspeccionen y gestionen los impuestos", provocando así, según ha dicho, la extinción del Ministerio de Hacienda.

En opinión de Rajoy, la reforma del Estatuto constituye un riesgo "cierto y cercano", una "voladura interna de nuestro sistema fiscal y presupuestario". "Y de lo que se trata ahora es de saber si los españoles pagarán los mismos impuestos y recibirán las mismas prestaciones y servicios durante todo el 2006 o sólo durante un periodo de éste", en concreto durante "seis meses", según Rajoy. "Si el señor Rodríguez Zapatero hace honor a su palabra tan solemne y empeñada, tendremos que concluir que el actual sistema fiscal y presupuestario y el propio ministerio de Hacienda tiene sus días contados", ha querido dejar claro.

Tras explicar con argumentos económicos su enmienda a la totalidad, Rajoy ha querido cerrar su intervención con una nueva invectiva contra el Estatuto: "Pocas cosas pueden expresar con tanta fuerza la existencia de un proyecto común, como la elaboración de un presupuesto común. Un presupuesto que refleja lo que deseamos hacer juntos, a lo que estamos dispuestos a contribuir juntos, de lo que esperamos beneficiarnos juntos. Elaboramos aquí las cuentas del Estado como representantes de la voluntad soberana de los españoles. Las elaboramos porque ellos han decidido que sea así. Han delegado en nosotros su poder y por eso están dispuestos a obedecer lo que aquí se resuelva, incluso lo que no les guste. Este debate pues materializa la voluntad de conformar una sola nación soberana tal y como acordamos en 1978".

"En estos momentos, lamentablemente, se está cuestionando la voluntad del 78. Por caminos oblicuos se pretende, hasta donde se nos permite saber, parcelar la voluntad soberana de los españoles e imponernos un modelo de Estado que responda mejor a la sensibilidad estética y a las emociones privadas del señor Rodríguez Zapatero", ha añadido Rajoy, que ha terminado su discurso afirmando estar "seguro" de que los españoles "no consentirán frivolidades de semejante cariz" que puedan "dar al traste" con el modelo de Estado y "secar las raíces" que constituyen la principal riqueza de los españoles. "Es lo único que me tranquiliza: percibir, como percibo, que los españoles no están dispuestos a renunciar a la única fuerza que les ha permitido, les permite hoy y les permitirá en el futuro conquistar el lugar que merecen en el mundo moderno", ha concluido.