La Guardia Civil descarta que la muerte del inmigrante en Melilla se deba a su actuación

El inmigrante camerunés que falleció en la noche del domingo en la avalancha de unos 300 subsaharianos que intentaron saltar la valla que separa Marruecos de Melilla no murió a causa de los golpes de los agentes. Así lo asegura un informe preliminar elaborado por la Guardia Civil según han informado a ELPAIS.es fuentes del Instituto Armado. Según este informe, la muerte del camerunés se debió a algún tipo de accidente o a cualquier otro motivo y el compañero que denunció su muerte intentaba, imputando a los agentes que intentaron frenar el asalto, beneficiarse de algún programa de protección de testigos para entrar en España.

Este primer informe, elaborado por la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla, se basa en las declaraciones de un único testigo, uno de los inmigrantes subsaharianos que participó en el intento de asalto, que fue rechazado por los agentes de la Guardia Civil desde el lado español y por los de la Mehanía desde Marruecos, y en el de algunos de los gendarmes marroquíes que participaron en la acción. Según el testimonio del testigo, él y el fallecido fueron interceptados por Guardias Civiles en el pasillo existente entre las vallas del lado español y las del marroquí. Allí, según este testigo, les dispararon a bocajarro tres pelotas de caucho.

Sin embargo, los investigadores no han podido confirmar esta información, ni entre los demás inmigrantes, ni entre los guardias civiles, ni entre los agentes marroquíes, con los que ayer varios mandos de la Guardia Civil se entrevistaron. Además, según una primera inspección del cadáver, a la espera del resultado de la autopsia, no se aprecian hematomas en el cuerpo, ni quemaduras, ni restos de pólvora.

Por ello, la Guardia Civil se inclina por pensar que el inmigrante murió de forma accidental y no en territorio español, ni siquiera el fallecimiento tuvo que producirse cerca del vallado. Esta versión está avalada por la Gendarmería, que considera "insuficiente y poco creíble" la declaración del único testigo y que concluye que el fallecimiento "ha podido producirse por accidente o cualquier otro motivo y no necesariamente en territorio español ni junto al vallado".

El Instituto Armado sospecha que pueda tratarse de una maniobra del testigo que acusa a los agentes para acogerse a algún tipo de programa de protección de testigos en España.

Por otro lado, la autopsia practicada al fallecido apunta a que murió a causa de una hemorragia interna producida por un traumatismo hepático, según han informado fuentes médicas de la ciudad de Nador. Las mismas fuentes han añadido que por el momento no se pueden determinar con exactitud las causas del fuerte traumatismo que originó la hemorragia.