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Carod defiende su postura ante Maragall y deja en suspenso la reforma del Estatuto catalán

Los socialistas amenazan con rechazar el texto negociado durante 18 meses si se apela a los derechos históricos de Cataluña para reclamar competencias, como desea ERC

Hasta dos veces se ha reunido hoy el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, con el líder de Esquerra Republicana (ERC) para tratar de sortear los bajíos a los que se enfrenta a última hora la negociación sobre la reforma del Estatuto autonómico. Un encuentro por la mañana y otro por la tarde, y aún le queda a Maragall una reunión hoy con el líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas. Sin embargo, Carod se ha reafirmado en su postura y ha dado por hecho que habrá que esperar a septiembre para solucionar el enfrentamiento, puesto que parece "difícil" que las diferencias entre su partido y los socialistas se arreglen antes del viernes. "No hay nada perdido de cara a un entendimiento más adelante", ha añadido.

Poco se conoce aún de esta ronda frenética de contactos, más allá de que Maragall y Carod se han reunido a las 13.15 durante 40 minutos, y lo han vuelto hacer tras el almuerzo, a las cuatro de la tarde. El encuentro con Mas ha concluido con una rueda de prensa del dirigente nacionalista a las nueve de la noche, en la que ha asegurado haber pactado con Maragall "un periodo de reflexión" sobre la cuestión.

En los últimos días, según se acerca la fecha límite del viernes, los encuentros bilaterales han abundado. El lunes se entrevistaron el primer secretario del Partit dels Socialistes (PSC), José Montilla (a la sazón, ministro de Industria en el Gobierno español), con Carod; éste almorzó ayer con Mas, pero el sprint final lo comanda el líder de los socialistas catalanes en persona, ante el mal cariz que estaban tomando los acontecimientos.

El PSC anunció ayer su intención de votar contra el texto si éste invoca los derechos históricos de Cataluña como vía para amparar las competencias de la Generalitat. ERC y CiU, que introdujeron las tres enmiendas de la discordia, han soslayado la advertencia de los socialistas, lo que ha abierto la puerta a un posible naufragio de la reforma, que se votará en septiembre, tras 18 meses de negociaciones. Carod se ha reafirmado hoy ante Maragall en que "los derechos históricos son irrenunciables", y ha dado por hecho que el asunto no se arreglará hasta la votación de septiembre.

El próximo viernes se votarán las enmiendas al borrador del Estatuto en la Comisión Primera del Parlamento catalán. Allí nadie podrá mostrarse en contra del texto de forma global, como ha explicado hoy su presidenta, Pilar Dellunde, que ha reseñado que sólo el Partido Popular ha presentado una enmienda a la totalidad. Luego, el borrador, modificado por las enmiendas aprobadas, será elevado al Pleno de la Cámara autonómica para someterlo a votación en septiembre ya como "dictamen del proyecto de ley del Estatut". Sin embargo, durante agosto aún podrá ser modificado por una instancia judicial autonómica para encajarlo dentro del tejido constitucional.

ERC quería, con estas enmiendas, blindar una serie de competencias que en el Estatuto de 1979 aparecían como exclusivas de la Generalitat, pero que tras la reforma aparecían como compartidas con el Estado central, según informa Enric Company. Para ello decidió que quedara claro que esas competencias son exclusivas "en función a los derechos históricos" de la Generalitat, postura que fue aprobada gracias al respaldo del CiU.

El PSC reaccionó contundentemente; la ponente socialista, Lídia Santos, advirtió ayer de que "si se persiste en esta nueva línea", su partido "no votará el proyecto". "Técnicamente", como explicaba Pilar Dellunde, eso no es posible, pero sí se puede plantear un verano caliente políticamente que dejé la reforma en el alero hasta ver qué sucede en la votación de septiembre. Los socialistas están dispuestos a aceptar que se invoquen los derechos históricos de Cataluña en lo que se refiere al derecho civil catalán, pero ERC quiere que ampare además las competencias en materia de cultura, lengua, régimen jurídico de las Administraciones y la función pública y régimen local.

"Para Esquerra, los derechos históricos no son sólo una cuestión de carácter jurídico o legal, sino de principios políticos irrenunciables en el actual proceso de negociación", ha manifestado el partido nacionalista hoy mediante un comunicado público. Mas, por su parte, ha asegurado que Maragall se ha comprometido a dejar claro que las competencias en cuestión son exclusivas de la Generalitat a cambio de que CiU "se olvide de los derechos históricos".

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