En busca y captura un guarda de seguridad huido tras el fuego que mató a su compañero en Euskadi

Un vigilante de seguridad se encuentra en paradero desconocido después de que un incendio arrasase anoche el edificio principal de la Hacienda Foral de Guipúzcoa, en San Sebastián, causándole la muerte a uno de sus compañeros de trabajo. Según el diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, los dos guardas mantenían "un problema laboral". El juez le ha puesto en busca y captura para aclarar los hechos.

Las primeras pesquisas indican que el incendio fue provocado: el fuego tenía varios focos, las alarmas fueron desactivadas y las cámaras de seguridad desactivadas, y varias oficinas estaban "revueltas" y tenían desperfectos. El fuego comenzó hacia las 22.50 en la torre ubicada en el número 2 del paseo de Errotaburu de San Sebastián, un edificio de 11 plantas en superficie y otras cuatro subterráneas. Las llamas fueron controladas anoche, pero esta mañana aún ardía la planta séptima del edificio; el incendio ha quedado extinguido esta tarde.

A las cuatro de la madrugada se encontró el cadáver de uno de los dos guardias de seguridad del edificio, de la empresa Sabico. El hombre estaba a medio vestir en los vestuarios situados junto a la zona blindada desde la que se controlan los sistemas de acceso, las cámaras y las alarmas. Aún no se conoce la causa de su muerte, y si ésta fue anterior al incendio y fruto de éste. La víctima ha sido identificada como Florencio Parra Barrios, de 41 años, natural de San Sebastián y residente en Rentería (Guipúzcoa).

Al parecer, el guardia huido, Manuel Ignacio Apaolaza, había sido advertido por Parra, que era su jefe, por cometer "irregularidades", en concreto acumular varios turnos en una jornada. Durante el registro del edificio no se ha encontrado el arma de fuego que compartían ambos vigilantes, ni la moto de gran cilindrada del fallecido. Según fuentes de la empresa Sabico, Apaolaza debía haberse incorporado a trabajar hoy a las siete de la mañana; sin embargo, según González de Txabarri se han producido "alteraciones importantes" en los turnos de los vigilantes "no comunicadas" a sus responsables; Parra Barrios comenzó a trabajar a las tres de la tarde de ayer, y duplicó su turno para extenderlo hasta las siete de la mañana de hoy.