El juez cita a los restauradores Arzak y Subijana por el presunto pago del impuesto revolucionario

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha decidido llamar a declarar a dos conocidos restauradores vascos, Juan María Arzak y Pedro Subijana, a los que un supuesto miembro de ETA, José Luis Beotegi, acusa de haber pagado el llamado impuesto revolucionario, el método de extorsión utilizado habitualmente por la banda.

Los cocineros acudirán, acompañados de sus abogados, ante el juez el próximo lunes en calidad de imputados en un delito de colaboración con banda armada. Fuentes judiciales han explicado que con esta diligencia, el juez quiere que Arzak y Subijana se defiendan de las afirmaciones de Beotegi, que aseguró en su declaración ante la Guardia Civil que sus superiores en ETA exigieron a cada uno de ellos 12 millones de pesetas (72.121 euros).

Por el momento se desconoce si el magistrado llamará a declarar a los otros dos restauradores a los que Beotegi también señaló como objetivos del chantaje etarra, Carlos Arguiñano y Martín Berasategui. Es probable que al final también comparezcan en calidad de testigos, han apuntado fuentes judiciales.

Beotegui era uno de los encargados de enviar las cartas de extorsión a empresarios vascos, según reconoció él mismo en su declaración ante el juez. Así, señaló que envió misivas a estos cuatro populares restauradores en las que les pedía 12 millones de pesetas a cada uno.

Los cocineros pudieron pagar 36.000 euros

Beotegui, detenido el pasado 7 de octubre a raíz del arresto en Francia de los máximos dirigentes de ETA, tiene un vínculo familiar con la mujer de Juan María Arzak, y afirmó que este último acudió a verle en su nombre y en el de Subijana para gestionar una reducción del pago de los 12 millones de pesetas solicitados inicialmente. Arzak le pidió, siempre según la versión del presunto etarra, que rebajara la cantidad a 6 millones de pesetas (36.060 euros). De esta forma, tras consultarlo con la dirección de ETA, acordaron que los 6 millones restantes se fueran pagando en los seis años siguientes, a 1 millón por año. Beotegui aseguró que tanto Subijana como Arzak le abonaron esos 6 millones de pesetas y que, sin embargo, no recibió el dinero los otros dos, por lo que desconoce si llegaron a pagar o no.