Una muchedumbre cerca durante horas a un joven en su casa de Barcelona por "atemorizar" al barrio

Una turbamulta ha cercado durante todo el día de hoy un bloque de pisos en Barcelona, amenazando con linchar a uno de los vecinos del inmueble, un joven de 20 años. Le acusaban de imponer la ley del terror en el barrio de Baró de Viver a fuerza de robos, agresiones y otras muestras de violencia. La intención de esta muchedumbre era presionar a la policía para que se lo llevaran de allí, a poder ser para siempre. Los agentes han evitado que la cosa fuera a mayores hasta recibir la orden del juez para entrar en la vivienda. Dentro han encontrado al joven, acompañado por otras dos personas, y, en un armario de la cocina, a un menor al que presuntamente habían secuestrado.

Hasta 300 personas llegaron a reunirse en la madrugada de ayer en los alrededores de la calle Quito, una turbamulta muy crispada que parecía dispuesta a todo para quitarse de encima los problemas que al parecer causaba este hombre. Según los testimonios de los vecinos, los alrededor de 2.000 habitantes del barrio vivían "atemorizados" por el comportamiento "violento" y "agresivo" de Jonathan LL. A. Entre los actos violentos que le imputan se cuenta destrozar puertas y buzones, robar a ancianos, intentos de agresión sexual a adolescentes, robar motos para luego tratar de atropellar a niños, y quemar vehículos.

La Asociación de Vecinos del barrio ha recogido firmas para solicitar su expulsión del piso; quieren que sea llevado a un centro de internamiento, pero los jueces han denegado su petición en dos ocasiones. La abuela de Jonathan, que hoy ha sido increpada al presentarse en el inmueble, asegura que el joven es "un cabeza loca" desde la muerte de su padre, "asesinado a cuchilladas por un vecino" que ahora "se encuentra en la cárcel". Tras ese suceso, acaecido hace 10 años, su madre se marchó a vivir a Huesca y él se quedó viviendo solo en el piso, siempre según el testimonio de la anciana. Al parecer, sufre un problema "de nervios" y sigue tratamiento médico.

Sea como fuere, poco después de las cinco y media de la tarde de ayer una patrulla de la Guardia Urbana le pilló circulando a toda velocidad en moto por los alrededores de un instituto, en el número 110 del Paseo de Santa Coloma. Como quiera que estaba poniendo en peligro la vida de los estudiantes, la policía trató de detenerle, pero el joven logró huir y se refugió en su domicilio, en el segundo piso del número 11 de la calle Quito.

La policía pidió una orden al juez para entrar en la vivienda, pero le fue denegada. Entre tanto, los vecinos se percataron de lo que estaba ocurriendo y comenzaron a arremolinarse junto al edificio, cada vez en mayor número y con una actitud más violenta. En un momento dado, el joven se asomó a la ventana para burlarse de ellos, y recibió una salva de objetos lanzados contra su ventana.

Cuando la policía obtuvo por fin el permiso del juez, le encontró dentro de la vivienda acompañado por otras dos personas. En un armario de la cocina hallaron al joven al que presuntamente habían secuestrado, atado y amordazado. El presunto delincuente estuvo en prisión durante tres meses por secuestro, tras retener a su ex novia varios días en su domicilio.