La Generalitat regula la profesión de portero de discoteca y les obliga a examinarse
Para se controlador de accesos los candidatos deben superar una prueba teórica y otra práctica
El Gobierno de la Generalitat aprobará mañana un decreto para regular la profesión de portero de discoteca. A partir de ahora se denominarán controladores de accesos y para trabajar deberán acreditar un carnet profesional que se consigue tras superar unos exámenes oficiales teóricos y prácticos. Los nuevos controladores no pueden tener antecedentes penales y deben poseer, como mínimo, el graduado escolar y nociones "básicas" de catalán y castellano, según publica El Periódico.
Para conseguir el carnet oficial de controlador de acceso, cuyo número deben lucir en una chapa cuando trabajen, los ahora porteros de discoteca han de acudir a una academia homologada para preparar sus exámenes. El curso teórico dura 25 horas, y, en él, los porteros reciben nociones jurídicas sobre las normas legales que regulan los locales y establecimientos para los que van a trabajar. El Periódico explica que en las 15 horas de curso práctico se enseñan técnicas de autocontrol y primeros auxilios.
Un examen con 100 preguntas
La prueba teórica consiste en un examen de 100 preguntas y en la práctica los aspirantes deben hacer frente y resolver una situación conflictiva simulada. El decreto entra en vigor dentro de un mes, con lo que los porteros en activo disponen de este tiempo para recibir los cursos y examinarse.
A partir de este momento en las puertas de los locales catalanes sólo podrá haber vigilantes de seguridad privada y controladores de acceso acreditados. Los Mossos d'Escuadra y las policías locales controlarán el cumplimiento de la normativa. La Generalitat, que ya ha prometido sanciones si se viola la norma, ha reducido en este decreto el número de vigilantes privados que debe haber en las puertas de los locales según su aforo a favor de los nuevos y formados controladores de acceso, respondiendo así a las reiteradas peticiones de los empresarios catalanes que aseguran que nadie mejor que su propio personal puede controlar a la clientela, según informa El Periódico
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