Los buzos comienzan a cortar los aparejos del 'O Bahía' para poder acceder al pesquero
Las autoridades sospechan que los cuerpos de los cinco marineros desaparecidos se encuentran atrapados en el pecio
El equipo de buceadores que participa en el rescate de los cinco cuerpos aún sin encontrar de las víctimas del naufragio del pesquero O Bahía han podido al fin comenzar la tarea de cortar las redes que rodean el pecio, una vez que han comprobado que los cadáveres no se encuentran atrapados en ellas. Los buzos harán "un corte selectivo" para liberar el barco de "la trampa en la que está metido", según ha anunciado a mediodía la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
Los buzos de elite que trabajan en la zona del hundimiento han realizado dos inmersiones en las que han podido comenzar el trabajo de cortar las redes que envuelven al barco, según han informado fuentes del Ministerio de Fomento. Además, han conseguido instalar dos cabos guía, uno de ellos que permite bajar directamente a los buceadores hasta el pesquero. Los equipos de salvamento volverán a sumergirse mañana si las condiciones del mar lo permiten para seguir cortando la maraña de redes, trabajo que se podría prolongar durante varias jornadas.
Los técnicos de los equipos de rescate han estudiado esta mañana los vídeos grabados por un minisubmarino en la zona de hundimiento para establecer los siguientes pasos de la operación, que según Álvarez será "larga y peligrosa", puesto que requiere de "serenidad" para no poner en peligro las vidas de los buzos. Ayer, un buceador bajó hasta 68 metros de profundidad y comprobó que el pecio está rodeado por dos redes que impiden el acceso al interior, donde presumiblemente se encuentran los cadáveres.
Por si fueran pocas las dificultades para trabajar a tal profundidad, bajo un mar opaco y surcado de corrientes de fondo, los submarinistas confirmaron que los 700 metros del aparejo de pesca del O Bahía se desmadejaron durante el hundimiento. El pecio está envuelto en una telaraña recia y tupida de cordel de nailon. Además, el barco era pequeño, 17,5 metros de eslora, de modo que no existen ojos de buey o ventanas anchas para acceder. El patrón mayor de la cofradía de Redondela, Fernando Saavedra, ha contado que los familiares de los marineros desaparecidos han visto ya imágenes del barco hundido en la Casa del Mar de Corme, y ha asegurado que al buque le rodea "mucha, mucha red".
El pesquero reposa sobre el lecho marino 80 metros de profundidad, tras hundirse el pasado miércoles frente a las costas gallegas con diez marineros a bordo. Los cinco marineros que todavía no han podido ser rescatados tienen entre 20 y 48 años, y son Leopoldo Couto Álvarez y José Antonio Andreu Castro, de Redondela; Antonio Domínguez Baúlo, de Pontevedra; Luis Monteagudo Martínez, de Vigo; y Juan Antonio Cordeiro Novas, de Cangas. Las autoridades sospechan que el barco zozobró por un golpe de mar, y se hundió tan rápidamente que ni siquiera pudieron tratar de salvarse, muriendo atrapados en las entrañas del buque.
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