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LA OFENSIVA TERRORISTA

La Guardia Civil intercepta en Cuenca una furgoneta con más de 500 kilos de explosivos

Los agentes han detenido a los dos presuntos etarras que viajaban en el vehículo

La Guardia Civil ha detenido esta madrugada a dos presuntos etarras -identificados como Gorka Vidal Álvaro y Irkutz Badillo Borde, ambos vizcainos de 25 años- y ha interceptado las furgonetas en las que viajaban por la N-320 a la altura de Cañaveras (Cuenca). Una de ellas estaba cargada con más de 500 kilos de explosivos y la otra actuaba de lanzadera. Según ha explicado el ministro del Interior, Ángel Acebes, este material explosivo iba a ser utilizado por ETA para atentar en Madrid en las próximas horas. Es el primer intento de atentado desde que ETA decretara una tregua en Cataluña el 18 de febrero.

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Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado a este periódico que la furgoneta bomba, en la que viajaba Vidal Álvaro, ha sido localizada entre la 1.00 y la 1.30 horas de hoy en la carretera N-320, que une Albacete con Guadalajara. Al verla pasar, ha levantado las sospechas de los agentes de la Guardia Civil del puesto de Cañaveras (Cuenca), que han anotado la matrícula. Tras comprobar que las placas eran falsas, la patrulla ha dado el alto a su conductor, que se ha identificado como miembro de ETA y no ha opuesto resistencia. Poco después, el furgón que actuaba de lanzadera y que viajaba unos kilómetros por delante se ha estrellado y su conductor, Badillo Borde, ha resultado herido, aunque ya ha sido dado de alta. Ambos son miembros legales -no fichados- de la banda, iban desarmados y con su documentación auténtica.

Mientras tanto, Guardia Civil ha cortado la N-320 y ha desalojado a vecinos que viven en las inmediaciones de la zona ante la posibilidad de que el explosivo estallara. Al lugar se han trasladado artificieros del instituo armado, que han desactivado el cargamento mortal, que finalmente no ha hecho explosión. A media mañana, se han llevado el furgón. Aunque en un principio se había informado de que el vehículo tenía en su interior 200 kilos de explosivo, un análisis posterior señala que se trata de 506 kilos de cloratita y 30 kilos de dinamita tipo Titadyne, junto a 90 metros de cordón explosivo y un temporizador. Con el cordón y la dinamita, los terroristas pretendían reforzar y acelerar el efecto de la cloratita, de explosión lenta.

Riesgo para las personas en 1.500 metros

Fuentes del Ministerio del Interior han confirmado a este periódico las detenciones y han añadido que, a raíz de esta operación, se están efectuando registros en los domicilios de los detenidos en Vizcaya. Según estas mismas fuentes, se trataría de miembros legales (no fichados por la policía) que habían salido de Vizcaya. Al parecer, los terroristas pretendían dejar la furgoneta en Madrid con un temporizador, avisar del atentado y huir. El ministro Acebes, que ha comparecido en rieda de prensa a las 13.15 horas para informar de esta importante operación policial, ha confirmado los principales datos.

Según ha explicado Acebes, la carga explosiva estaba colocada en un "contenedor" metálico bien fijado a la furgoneta, de modo que el vehículo entero actuara de metralla. Fuentes policiales han precisado a este periódico que el cajón tenía unas dimensiones de dos metros de ancho por dos de alto y 1,5 de fondo y que estaba atornillado al interior del vehículo. El ministro ha comenzado su intervención felicitando a la Guardia Civil por su "extraordinaria" actuación que "ha evitado una tragedia", cuyas dimensiones ha cuantificado así: "Era una carga que hubiera producido una explosión de consecuencias gravísimas, una masacre. Un cráter de 35 metros, daños irreparables en edificios en 60 metros a la redonda, daños graves en edificios situados a cien metros, riesgo para la vida de las personas en 1.500 metros...".

Su destino era, en principio, Madrid capital, donde iba a estallar de forma inminente, "hoy, mañana o pasado". Aunque el ministro no ha precisado el lugar, fuentes de la lucha antiterrorista han confirmado a EL PAIS que el objetivo podría ser un edificio situado en un polígono industrial a la entrada de Madrid por la N-II. Acebes, que ha añadido que la furgoneta bomba fue robada en Francia el pasado mes de noviembre, ha indicado que es la tercera operación de los últimos meses en la que las Fuerzas de Seguridad han desbaratado un intento de atentado de ETA.

Además, se trata del primer intento de atentar de la banda terrorista desde que decretara una tregua parcial en Cataluña el pasado 18 de febrero. De hecho, este ataque frustrado confirma los peores temores de los servicios antiterroristas, que se encontraban en estado de "máxima alerta" desde el comunicado de ETA, convencidos de que la tregua en Cataluña "seguramente" sería sancionada con "un atentado, o al menos con un intento" en otro punto de España antes de las elecciones del 14-M. La banda, según las fuentes consultadas, tenía la intención de "dejarse ver" antes de los comicios mediante un atentado, ya que dispone de armas, explosivos, dinero y terroristas para atentar "cuando pueda".

Los artificieros desactivan la carga de la  furgoneta bomba
Los artificieros desactivan la carga de la furgoneta bombaEFE
El ministro del Interior, Ángel Acebes, felicita a la Guardia Civil por haber evitado "una masacre".
El ministro del Interior, Ángel Acebes, felicita a la Guardia Civil por haber evitado "una masacre".EFE

Un intento similar en 1999

ETA ya había intentado perpetrar un ataque similar el 21 de diciembre de 1999, que fue frustrado el 21 de diciembre de 1999 gracias a la perspicacia de dos agentes de la Agrupación de Tráfico de Calatayud (Zaragoza). Los agentes interceptaron a la altura del kilómetro 204 de la N-II, a unos 17 kilómetros de Calatayud, la llamada caravana de la muerte: una furgoneta cargada con 900 kilos de cloratita y 50 de dinamita, la mayor cantidad de explosivos utilizada nunca en un atentado por la banda.

Según explicó el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor, no se trataba de un transporte de explosivos, sino de una "furgoneta bomba", lista para ser explosionada en Madrid en vísperas de las Navidades. Posteriormente, se determinó que iba a estallar en el complejo Azca, en la Castellana. Tras este intento de 1999, la carga interceptada hoy de más de 500 kilos para un atentado es la segunda más potente en la historia de ETA.

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