Rabat convoca al embajador español en Marruecos para quejarse por una violación del espacio aéreo

El embajador de España en Rabat, Fernando Arias-Salgado, ha sido convocado hoy en el Ministerio marroquí de Asuntos Exteriores para recibir una queja del Gobierno de Rabat por una supuesta violación del espacio aéreo de este país por parte de aviones militares españoles. Se trata del primer incidente diplomático entre España y Marruecos después de la cumbre del pasado mes de diciembre, que puso fin a un tenso periodo en las relaciones bilaterales.

El ministerio de Exteriores ha informado en un comunicado de que el ministro delegado marroquí de este departamento, Taieb Fassi Fihri, ha expresado a Arias-Salgado "el descontento de las autoridades marroquíes a raíz de que aviones de caza españoles sobrevolaran a baja altitud la provincia de Nador (noreste) durante la mañana del pasado 5 de febrero". El ministerio marroquí admite que "se trata de una primicia en el género a raíz de la cual el gobierno de Su Majestad el Rey pide explicaciones a las autoridades españolas". La respuesta del embajador español ha sido la de que tomaba nota de la queja y que la transmitiría inmediatamente al gobierno de Madrid.

Este es el primer incidente entre Marruecos y España tras la cumbre bilateral que se celebró en Marraquech el 8 y 9 de diciembre del año pasado bajo la presidencia de los jefes de gobierno de ambos países, Dris Jettu y José María Aznar. Esta cumbre, que no se celebraba desde 1999, supuso la normalización de las relaciones bilaterales después de tres años de desencuentros entre los dos países vecinos, desencuentros derivados de las diferencias en asuntos como la pesca o la inmigración ilegal y que tuvieron su culminación con la crisis del islote Perejil el 11 de julio de 2002, cuando gendarmes marroquíes ocuparon el enclave.

Las relaciones entre los dos países atravesaban momentos delicados desde octubre del 2001, cuando Rabat llamó a consultas a su embajador en Madrid, Abdesalam al Baraka, debido a "ciertas actitudes y posiciones españolas que conciernen a Marruecos". Las diferencias entre ambos países parecieron quedar superadas tras la cumbre de diciembre y los embajadores de los dos países se reincorporaron a sus puestos respectivos el 3 de febrero de 2003, tras una decisión en tal sentido adoptada tras una visita que días antes había realizado a Marruecos la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio.