Aznar acusa al PSOE de querer "romper el esqueleto de España" con su modelo judicial

El Gobierno ha vuelto a arremeter hoy contra el modelo autonómico propuesto por el PSOE para la administración de Justicia de cara a las elecciones generales de esta primavera. El presidente del Ejecutivo, José María Aznar, ha acusado a los socialista de intentar "romper el esqueleto de España" con su plan para restar competencias al Tribunal Supremo en favor de las cortes superiores de cada autonomía.

El ministro de Justicia, José María Michavila, cargó ayer de forma parecida contra el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de coincidir en esta idea con el plan soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. La respuesta de los socialista no tardó en llegar: el coordinador del programa de este partido, Jesús Caldera, tachó a Michavila de "insolvente jurídico" y afirmó que no conocía la Constitución.

Una propuesta de 2000

Para el Partido Popular, la propuesta socialista no sólo está "en la línea" política del Gobierno vasco, sino que además coincide con las tesis de Esquerra Republicana de Catalunya, siendo así una hipoteca de pago a sus socios en el Gobierno catalán. "Esta súbita conversión de Rodríguez Zapatero a programas electorales que no son de la tradición del PSOE, a mí me sorprende", señaló Michavila, para luego apostar por que el Supremo mantenga su función de "garante de la igualdad, la solidaridad y la seguridad jurídica de todos los españoles".

El responsable socialista del área de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, negó ayer todas estas acusaciones, y recordó que la propuesta ya estaba recogida en el programa electoral de 2000. Por entonces, quedaba enunciada así: "Atribuiremos a los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas la segunda instancia en el proceso penal así como la casación respecto del derecho civil propio y de la legislación administrativa de las comunidades autónomas en materias de su competencia exclusiva".

Fuerzas armadas autonómicas

Aznar ha respaldado hoy lo dicho ayer por Michavila, en una conversación informal con periodistas tras el acto de celebración de la Pascua Militar. Para el presidente del Gobierno, España es el país "más descentralizado del mundo", y aún así conserva un cuerpo central para garantizar la cohesión territorial al que no se le puede empezar a quitar elementos, según ha dicho, por que entonces "se quedará en nada" y el Estado se habrá roto.

Para el político conservador, los intentos de reforma de la Constitución y del Senado (como pretende el PSOE), los deseos de crear agencias tributarias autonómicas (como ha planteado el Gobierno andaluz, también socialista) o esta última propuesta de Zapatero, sólo es el principio de un intento por "trocear" España que seguirá, por qué no, con el intento de crear fuerzas armadas autonómicas o una Guardia Civil en cada comunidad.

Las palabras de Aznar han recibido la respuesta del diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que le ha afirmado que "llegó tarde a la primera descentralización y llegará tarde a la segunda", para luego acusarle de sembrar "rencor", "odio" y "crispación" con sus palabras.