La Conferencia Episcopal dice que la boda "es un espaldarazo al matrimonio"
El portavoz de los obispos señala que no hay que "pedir más a los príncipes, que a las demás personas"
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, replicó ayer cuando se le preguntó sobre la complacencia con que la jerarquía se ha pronunciado sobre la próxima boda real: el Príncipe se casará con la divorciada Letizia Ortiz Rocasolano.
"¿Espaldarazo al divorcio? No veo por qué. En todo caso sería un espaldarazo al matrimonio, al matrimonio católico". La pregunta fue: "¿No cree usted que la boda del príncipe Felipe con una divorciada es un espaldarazo al divorcio?" El portavoz episcopal, que se estrenó esta semana como secretario general de la CEE durante la asamblea plenaria que los prelados españoles finalizaron ayer en Madrid, replicó que no veía por qué, sino al contrario. Más tarde, repitió la doctrina oficial emitida por la Conferencia Episcopal sobre la cuestión subrayando que no veía por qué se va a "pedir más a los príncipes, que a las demás personas". "Se les pide lo mismo, ni más ni menos", dijo.
El cardenal de Madrid y presidente de la CEE, Antonio María Rouco, que será el oficiante de la boda, pidió hace tres semanas al asesor jurídico-canónico de su arzobispado, Roberto Serres, información acerca de los artículos del Código de Derecho Canónico que permiten celebrarla. El resultado de la consulta se publicó más tarde en el boletín del arzobispado, que en su encabezamiento advirtió de que el citado informe se emitía "ante las reiteradas demandas de información acerca de cuáles son los artículos del Código de Derecho Canónico que permiten celebrar por el rito católico la boda de S.A.R. el Príncipe de Asturias con la divorciada Doña Leticia (sic) Ortiz Rocasolano".
El portavoz de los obispos añadió ayer: "A estos prometidos no se les va a pedir ni más ni menos que a las demás personas que solicitan el sacramento del matrimonio". Dijo, además, que ya hay una persona, acordada por la autoridad eclesiástica con la Casa Real, encargada de preparar a los contrayentes "en una situación adecuada, conscientes de lo que hacen". El portavoz episcopal declinó contestar sobre qué persona ha sido la escogida. "Pues no. A eso no voy contestar. Pero sí que es un eclesiástico que cuenta con el visto bueno correspondiente".
También se enfrentó a la pregunta de por qué la Iglesia censura en otros casos el comportamiento de personas divorciadas, "en concreto a políticos del PP, y no en este caso". Martínez Camino replicó: "La Iglesia tiene fama de criticarlo todo, pero ahora no, porque el caso es distinto. Hay una persona [en alusión a Letizia Ortiz] que estuvo en una situación de intentar un matrimonio civil, [pero] que no tiene ninguna validez canónica. Sería injusto poner impedimentos donde no los hay. No es un caso equiparable a otros que usted cita, que sí contrajeron el matrimonio canónico entre bautizados".
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