El Gobierno descarta nuevos controles en el trazado del AVE pese al hallazgo de simas

Dos enormes agujeros hallados en Zaragoza a tan sólo unos centenares de metros de la línea ferroviaria del tren de alta velocidad que unirá Madrid y Lleida han despertado dudas sobre la seguridad de la vía a poco más de una semana de que los trenes comiencen a surcarlas cargados de pasajeros. Sin embargo, el Gobierno ha querido despejar hoy cualquier sombra: "No hace falta realizar más controles".

Ayer se descubrió una dolina (una sima circular provocada por el hundimiento del techo de una caverna subterránea) de ocho metros de diámetro y más de 15 de profundidad a tan sólo 650 metros de la línea ferroviaria. El diario Heraldo de Aragón informa hoy de otro socavón de ocho metros de diámetro y dos de profundidad detectado a 150 metros del trazado del AVE y a 10 de las vías convencionales, en una zona conocida como La Cartuja, que los técnicos rellenaron el pasado miércoles.

Un agujero bajo las vías

El periódico aragonés recuerda además que en los años 90 se produjo un accidente de tren en esa zona, al descarrillar un convoy de mercancías en la línea que une Zaragoza y Caspe a la altura de una dolina de un metro de profundidad nacida justo debajo de la plataforma ferroviaria.

El Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF, al cargo de la obra) ha hecho público hoy un comunicado en el que afirma que el nuevo agujero no es una dolina sino una acometida de drenaje para una arqueta. "No es un fenómeno geológico, sino producto de la excavación realizada para la construcción de una acometida de drenaje para una arqueta, que realiza la empresa Construcciones Montenegro" y "tampoco afecta" al trazado de la línea.

El Gobierno de Aragón (en manos del PSOE) pidió ayer una reunión entre Fomento y los geólogos de la región después de que un agricultor alertase de la sima conocida ayer. Por su parte, la Generalitat de Cataluña (dirigida por CiU) reclamó una auditoría externa de la obra para garantizar la seguridad.

"El orgullo de España"

A estas peticiones respondió ayer Francisco Álvarez-Cascos que la obra es "el orgullo de la ingeniería española". El ministro de Fomento aseguró que "los ingenieros y técnicos del proyecto responden de su trabajo, a la altura de los mejores de Europa", al tiempo que señalaba sus dudas de que "respondan los críticos que están lanzando una serie de insidias" hacia la obra.

Su compañero en el Gobierno (en manos del Partido Popular), Eduardo Zaplana, ha corroborado sus palabras en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado hoy. "No parece que haga falta ningún otro informe ni

control" para garantizar la seguridad de la línea ferroviaria del AVE, ha señalado el portavoz del Ejecutivo, para recordar a continuación que el GIF garantiza que el proyecto "recoge todas las medidas técnicas para este tipo de terrenos". "No hay ninguna cuestión más, además de las que se quieran plantear de manera artificial", zanjó el tema el también ministro de Trabajo.

"Pedimos seguridad"

"Creen ustedes que si el Gobierno o Fomento tuviera la más mínima duda mantendría sus compromisos y fechas?", se preguntó Zaplana. El caso es que la línea del AVE comenzará a ser transitada por trenes de pasajeros el próximo día 11, puesto que ni el Ejecutivo central ni el aragonés ("nunca hemos pedido plazos, pedimos seguridad") se plantean aplazar la puesta en marcha.

El primer tren partirá a las 7 de la mañana del sábado, y luego lo harán 10 al día en cada sentido. El trayecto entre Zaragoza y Madrid se verá reducido a una hora y 45 minutos, y entre Lleida y Madrid a dos horas y 40 minutos. Además, se podrá viajar de Madrid a Barcelona en cinco horas, frente a las siete actuales.

"Muy alta peligrosidad"

Pero pese a que el GIF ha enviado un técnico a la zona que ha certificado que la línea está "perfectamente", el presidente del Colegio de Geólogos de Aragón, Joaquín Lahoz, advirtió ayer que debido a las características de la tierra de ese lugar era muy probable que siguieran surgiendo más socavones e incluso lo hicieran bajo las vías.

"La sima se ha abierto en la zona a la que un informe de la Universidad de Zaragoza, del pasado mes de mayo, había aplicado el adjetivo de muy alta peligrosidad", ha recordado Lahoz, que describe ese área (entre Garrapinillos —un barrio del entorno de Zaragoza— hasta las instalaciones de la Plataforma Logística de Zaragoza, junto al aeropuerto) como "terrenos de yesos, y limos yesíferos en los que el agua provoca hundimientos". "Pueden crearse simas de gran profundidad. Son aguas de lluvia, de riego. Sabemos donde se producen, pero no cuando van a producirse. Son como las zonas sísmicas. Los mapas las señalan, pero es difícil predecir el terremoto. El agua disuelve los limos subterráneos y si la capa superior no resiste, cede y se hunde, y se produce el colapso súbito", ha añadido.