Aznar propondrá el lunes a la dirección del PP que vote a Mariano Rajoy como su sucesor

Mariano Rajoy, gallego de 48 años, será el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, según informa Pilar Marcos. José María Aznar propondrá el lunes la candidatura del actual vicepresidente primero, ministro de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo tras una rápida consulta con la plana mayor de su partido durante la tarde de ayer y esta mañana. Rajoy competirá con José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales de marzo de 2004.

Rajoy, vicepresidente primero, ministro de Presidencia y portavoz del Gobierno, ha sido el bombero del Gobierno al que Aznar ha enviado a apagar los incendios más diversos en todos los ministerios que ha recorrido. Tras su designación como cabeza de cartel del PP, Rajoy dejará sus cargos en el Gobierno y sustituirá a Javier Arenas como secretario general de su partido.

Casado y con un hijo, Rajoy se ha construido un personaje de gallego enigmático y socarrón, pero en los momentos difíciles destacan sus habilidades como negociador por su carácter dialogante. Pese a no formar parte del grupo de amigos de toda la vida de Aznar, la experiencia de siete años y medio de Gobierno le ha permitido ir ganándose la confianza del presidente del Gobierno.

Adelanto sorpresa

Aznar anunció ayer por sorpresa su decisión de proponer el lunes por la tarde el nombre de su sucesor al Comité Ejecutivo Nacional del PP, el máximo órgano de dirección del partido, para que lo conozca y "debata". Un día después, la Junta Directiva Nacional —que integran 563 cargos populares, incluidos todos los diputados, senadores, presidentes de comunidad autónoma, líderes regionales y provinciales, y que es el máximo órgano del partido entre congresos— será el que vote el nombre del sucesor. El nombre del candidato del PP a la presidencia del Gobierno y, salvo catástrofe, de quien será también el próximo líder del PP.

Rajoy ha formado parte de todas las quinielas sobre la sucesión de Aznar al frente del PP desde que el presidente del Gobierno anunció su decisión de no presentarse a las elecciones de 2004 en enero de hace un año. Junto a él, la terna de favoritos la componían el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el líder popular en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja. Otros nombres que también han sonado son los del ministro de Interior, Ángel Acebes, y el del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

La comida de los sucesores

Aznar y Rajoy pasarán la tarde de hoy en la finca toledana de Quintos de Mora, propiedad del Estado, para ultimar los detalles del cambio de testigo de cara a las reuniones del lunes y el martes de los órganos directivos del PP. Antes, el presidente del Ejecutivo ha comido con Rajoy, Rato y Mayor Oreja, los tres principales candidatos a la sucesión, y con el secretario general del partido, Javier Arenas, para anunciarles su decisión.

Tras la victoria del Partido Popular en las elecciones generales de 1996, Rajoy asumió el ministerio de Administraciones Públicas. Tres años después, en enero de 1999, la primera remodelación del Gobierno realizada por Aznar le llevó a sustituir a la muy criticada Esperanza Aguirre al frente de Educación y Cultura. Poco más de un año después, en marzo de 2000, el PP logró el mejor resultado de su historia y la mayoría absoluta. Rajoy pasó entonces a ostentar la vicepresidencia primera del Gobierno, además de uno de los ministerios de más contenido político del Ejecutivo, el de Presidencia.

Sustituto de Oreja en Interior

El 27 de febrero de 2001 Jaime Mayor Oreja cesó como ministro de Interior para encabezar la lista popular en los comicios autonómicos del País Vasco. Rajoy heredó el puesto, y tuvo que lidiar con la crisis desatada por el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas de su Galicia natal. En la última remodelación del Ejecutivo, en julio de 2002, Ángel Acebes pasó a ser ministro de Interior y Rajoy se convirtió en ministro de la Presidencia, amén de ser Portavoz y vicepresidente primero.

Ha sido el bombero del Gobierno al que Aznar ha enviado a apagar los incendios más diversos en los cuatro ministerios que ha recorrido: los pactos con los nacionalistas; las reformas de la enseñanza, tras el conflicto en que se había embarcado Esperanza Aguirre; los retos del terrorismo y la inmigración, y ya como vicepresidente, coordinador político del Gobierno en el último tramo de esta legislatura. Ahora a Rajoy le llega la hora de la verdad.