Aznar dice que el PP garantiza la "España positiva"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha cerrado la campaña electoral pidiendo el voto para el PP para garantizar la "España positiva" frente a una oposición que considera un riesgo porque puede detener el progreso de España y volver a épocas de paro e inestabilidad.

Aznar ha hecho esta petición en el mitin celebrado en la plaza de toros de Vistalegre de Madrid ante unas 18.000 personas, según los organizadores, y en el que ha insistido en la necesidad de no cambiar la seguridad por "incertidumbre". El jefe del Ejecutivo ha subrayado que "no merece la pena" ese cambio y sí la "España positiva", que es lo que, en su opinión, garantiza el PP.

El presidente del Gobierno ha arropado en su último mitin a Esperanza Aguirre, las aspirante a la Comunidad de Madrid, y a Alberto Ruiz-Gallardón, el candidato del PP a suceder a José María Álvarez del Manzano en la Alcaldía madrileña.

A Ruiz Gallardón lo ha elogiado porque ha "demostrado que cumple más de lo que promete", y de Esperanza Aguirre ha señalado que tiene las condiciones para ser la mejor

presidenta de la Comunidad de Madrid.

"Somos una buena garantía para España y no queremos que nadie la ponga en riesgo", ha insistido Aznar entre gritos de "¡presidente!" y "¡no te vayas!". Reiteró que el PP es el "gran partido del centro" en España, una formación "moderada y equilibrada" que desea seguir construyendo España con la mayoría de los ciudadanos y no quiere que el país caiga en manos de políticas "radicales y extremistas" y que se comportan como "veletas".

Terroristas "disfrazados"

Tras asegurar que no tiene ningún interés que no sea el de todos los españoles, ha expresado la importancia de que a las elecciones del domingo no puedan presentarse ya los terroristas "disfrazados" tras la ilegalización de Batasuna

Antes, en su penúltimo mitin, en Valladolid, Aznar hizo un balance triunfalista de sus siete años de gobierno frente a las intenciones de Zapatero y Llamazares de frenar el progreso en España. "Tenemos un país en marcha" que "no queremos que nadie pare", por lo que "no queremos que Llamazares o Zapatero nos lleven atrás", proclamó el presidente en Valladolid, su feudo político.