La SEPI y Loterías crearán una sociedad para rehabilitar el hipódromo de La Zarzuela

Madrid volverá a contar con carreras de caballos en el otoño de 2004, ocho años después de que se clausurara la última temporada, disputada en diciembre de 1996. Esta es la previsión de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), que han anunciado hoy que solicitarán al Consejo de Ministros la autorización para constituir una sociedad mercantil que se encargue de la gestión de La Zarzuela, mediante un contrato de concesión.

El acuerdo supone el principio del fin de la crisis que atraviesa el hipódromo madrileño, uno de los pocos centros hípicos en el mundo que está situado muy próximo a la ciudad, desde diciembre de 1996. La inactividad de La Zarzuela, instalación prevista para el proyecto olímpico de Madrid 2012, ha causado la pérdida de centenares de puestos de trabajo -de los 1.500 empleados con que contaba-, el deterioro de las instalaciones, prácticamente abandonadas, y la reducción de la cría de purasangres de carreras.

La última temporada estuvo organizada por la sociedad Hipódromo de Madrid del fallecido empresario Enrique Sarasola -que murió el 2 de noviembre del pasado año-, que gestionó el centro hípico de 1992 a 1996, en los que tuvo también la concesión de la quiniela hípica. Desde entonces, el recinto es propiedad de Patrimonio Nacional.

Dos concursos fallidos

El Congreso de los Diputados aprobó en diciembre de 1999, por unanimidad, una proposición no de ley en la que instaba a Patrimonio a que hiciera todo lo posible para que el hipódromo volviera a acoger carreras de caballos en un breve periodo de tiempo. Por ello, en mayo de 2000, Patrimonio Nacional convocó un primer concurso para adjudicar la gestión del hipódromo por un periodo de 25 años. En aquel primer concurso, la adjudicataria resultó ser la sociedad Equalia, compuesta por el grupo francés PMY y Antena 3 Televisión, que se comprometió a una inversión de cerca de 20 millones de euros. Pero a finales de 2001, Equalia renunció a gestionar el hipódromo porque no podía controlar las apuestas externas.

En septiembre de 2002, entró en vigor el Reglamento de apuestas hípicas que había sido aprobado el 29 de agosto por el Gobierno regional, uno de los pasos jurídicos reclamados por Patrimonio para volver a poner en marcha el hipódromo y que regulaba el tema de las apuestas, dividiéndolas en internas -dentro del recinto- o externas -en establecimientos autorizados fuera.

Una vez aprobada esta ley, el hipódromo salió de nuevo a concurso en enero de este año. Las condiciones del concurso -una inversión de 9 millones de euros y una concesión por 25 años pero los 25 grupos que había presentado la documentación para hacerse con el hipódromo se retiraron, por lo que fue declarado desierto.