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GUERRA EN IRAK

Familiares, amigos y compañeros de profesión dan el último adiós al cámara José Couso

Los restos mortales del cámara, que llegaron anoche a Madrid, han sido incinerados en el cementerio de La Almudena

Familiares, amigos y compañeros han despedido esta mañana los restos mortales del cámara de Tele 5 José Couso, muerto en Bagdad, en la capilla ardiente instalada anoche en el tanatorio madrileño de la M-30. Después, se han dirigido al cementerio de la Almudena, donde se ha celebrado un funeral en su memoria y ha sido incinerado el cuerpo.

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Los restos mortales del cámara de Telecinco José Couso llegaron alrededor de la 1.00 horas a la base aérea militar de Getafe (Madrid) a bordo de un avión Hércules del Ejército español. Le acompañaba en su último viaje Jon Sistiaga, su compañero en Bagdad hasta que, el día 8, un tanque de la coalición disparó contra una terraza del hotel Palestina, desde donde tomaba imágenes de la ofensiva. Couso, de 37 años, llegó con vida a un hospital de Bagdad, pero las graves heridas que sufría provocaron su muerte. Junto a él falleció otro cámara de la agencia Reuters y resultaron heridos dos redactores de la misma agencia.

El cuerpo de Couso fue trasladado ayer desde el hospital a una base aérea de EE UU en Kuwait City, desde donde partió rumbo a España con una escala intermedia en El Cairo. En la base aérea esperaban sus hermanos Javier, David, María Isabel y Bárbara y su viuda Dolores Jiménez, junto a sus amigos y compañeros de Telecinco. Tras aterrizar, un grupo de amigos y familiares accedía al interior del avión, del que salió el féretro con los restos de Couso entre aplausos y cubierto con la bandera de España. A pie de pista, un capellán militar celebró un breve oficio en su memoria, en el que también recordó a Julio A. Parrado, periodista de El Mundo fallecido el 7 de abril al sur de Bagdad.

La cámara destrozada de Couso

Muchos compañeros del trabajo y amigos portaban pegatinas con la imagen de Couso bajo la cual se leía la leyenda José Couso. Asesinado, y otros llevaban camisetas con la imagen del cámara de Telecinco. Tras el responso, el féretro era introducido, entre aplausos, en un vehículo funerario que lo conducía al tanatorio madrileño de la M-30, donde quedaba instalada la capilla ardiente. Familiares y compañeros han velado allí su cuerpo, y ya por la mañana, cientos de personas se han acercado a dar su último adiós a Couso, entre ellos muchos ciudadanos que, a pesar de no conocer al cámara, han querido aprovechar este momento para expresar su rechazo a la guerra y su apoyo a la familia.

Hacia las 11.00 horas, el cortejo, encabezado por dos autocares con familiares y amigos y una furgoneta llena de coronas de flores, ha abandonado el tanatorio, momento en el que cientos de personas le han dedicado una sonada ovación. En el cementerio de La Almudena esperaban todavía más compañeros y ciudadanos, por lo que muchas personas han tenido que quedarse a las puertas de la capilla, donde un sacerdote amigo de la familia ha oficiado un funeral en su memoria. Uno de los familiares ha dirigido desde el púlpito unas palabras de recuerdo: "Han apagado tu cámara, pero no el recuerdo que dejas". El portavoz de la familia y tío de Couso, Rafael Permuy, ha señalado a la prensa que no van a cesar en la petición de justicia para José y para todas las víctimas de cualquier conflicto. Tras el funeral, sobre las 13.00 horas se ha procedido a la incineración del cuerpo.

Compañeros del cámara de Tele 5 portan el féretro a su llegada a Madrid.
Compañeros del cámara de Tele 5 portan el féretro a su llegada a Madrid.EFE
Un compañero del cámara español sostiene un clavel y una vela durante un homenaje en la Plaza de Olavide de Madrid.
Un compañero del cámara español sostiene un clavel y una vela durante un homenaje en la Plaza de Olavide de Madrid.EFE
José Couso.
José Couso.

Vigilia por Couso

Alrededor de 200 periodistas se concentraron anoche en silencio en la madrileña plaza de Olavide para rendir homenaje a José Couso. Al acto acudieron compañeros del cámara fallecido, entre ellos el jefe de informativos de la cadena, Juan Pedro Valentín, así como redactores y cámaras de otros medios de comunicación. La concentración, que se celebró en silencio desde las 21.00 a las 21.30 horas, sólo fue interrumpida por aplausos y gritos de No a la guerra.

El lugar elegido para celebrar la concentración, en la que no hubo ni una sola pancarta, fue la plaza de Olavide, en el barrio de Bilbao, en el que el cámara fallecido solía pasear con sus hijos. Los asistentes portaban velas y claveles rojos que fueron colocando al pie de la fuente central, junto a una foto del cámara y un cartel con las palabras José Couso, asesinado, las mismas que aparecían en las numerosas camisetas, en las que también se exige "una respuesta". Los fondos recaudados con la venta de las camisetas serán entregados a la viuda de Couso.

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