Fotografías, yogures y angustia

La familia de Dónovan Párraga se lanzó desde la desaparición del menor a una infructuosa búsqueda

La Guardia Civil encuentra en una depuradora de Trijueque (Guadalajara) el cadáver de Dónovan Párraga en avanzado estado de descomposición.

15 de enero de 2003

La policía asegura que carece de indicios que lleven a pensar que Dónovan está muerto y afirma que todas las líneas de investigación siguen abiertas.

3 de noviembre de 2002

Aficionados del Atlético de Madrid despliegan en el Vicente Calderón un enorme cartel con la imagen de Dónovan y el número de teléfono de su familia.

Una marca de yogur lanza 8 millones de envases con la foto del menor desaparecido. Un total de 250.000 carteles con su imagen y descripción física son repartidos por más de 240 empresas y colectivos de la región. La foto de Dónovan aparece también en 60.000 comercios madrileños, 16.000 taxis y más de 200 camiones de transporte por carretera.

11 de septiembre de 2002

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, acuerda una distribución masiva de fotografías del pequeño para intentar dar con su paradero.

20 de abril de 2002

La familia de Dónovan comienza la pega de 250.000 carteles con la foto del menor para intensificar su busqueda.

4 de marzo de 2002

Un ex policía colombiano residente en Entrevías (Vallecas), denuncia en la comisaria de Villa de Vallecas que ha visto al menor. Éste, según él, viajaba junto con un "toxicómano desaliñado y sucio", en un autobús de la línea 130 (Villaverde Alto-Vicálvaro). Se montó en Villa de Vallecas y se bajó en la parada por la que se entra al poblado de venta de droga de Las Barranquillas.

2 de marzo de 2002

La empleada de una cafetería del centro comercial Eroski de Vallecas asegura que el joven le había pedido un vaso de agua.

1 de marzo de 2002

Una tía de Dónovan asegura haberlo visto en el distrito madrileño de Villa de Vallecas, donde vive su abuela.

27 de febrero de 2002

Dónovan Párraga sale de su casa en Trijueque (Guadalajara) para asistir a clase de judo, pero no llega al gimnasio ni regresa al domicilio.

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