Detenidas 40 personas en Madrid en la mayor operación contra la piratería musical en Europa
Los arrestados, la mayoría de nacionalidad china, causaban un perjuicio a la industria valorado en 1.000 millones de euros
El ministro del Interior, Ángel Acebes ha informado hoy del desmantelamiento de la más importante red de piratería musical en Europa. En el transcurso de la operación policial, se han detenido a 40 personas en la provincia de Madrid, la mayoría de nacionalidad china, y se han incautado copias ilegales de discos compactos por valor de 2 millones de euros.
Además, se ha procedido al registro de once pisos en Madrid, uno en Getafe y otro en Pinto en los que ha sido intervenido el material pirateado.
En una rueda de prensa, el ministro, acompañado del director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, ha informado que la red desarticulada tenía capacidad para defraudar 600 millones de euros, y que sus integrantes disponían de 346 grabadoras de CDs en permanente actividad con un perjuicio económico anual estimado en 1.000 millones de euros. Según Acebes, la red tenía infraestructura para realizar copias ilegales cada cuatro minutos.
Además, según ha informado el Ministerio del Interior, la red, que operaba desde Madrid y abastecía al resto de España, tenía capacidad para falsificar más de 60,5 millones de productos culturales al año. El destino último de las copias ilegales era la vía pública, donde los manteros procedían a su venta.
Entre los 40 detenidos, 33 lo han sido por presunto delito contra la propiedad intelectual y los siete restantes por infracción a la Ley de Extranjería. Los arrestados son de nacionalidad china (29), senegalesa (9) y española (2). A diez de estas personas ya se les ha tramitado los correspondientes expedientes de expulsión de nuestro país.
Encerrados con llave
La actuación policial ha permitido conocer la forma de actuación de esta organización delictiva. Así, los principales cabecillas eran dos ciudadanos chinos: Y. H., en estancia ilegal, y M.K.CH , residente legal en nuestro país. Este último disponía de una tienda de informática abierta al público, con la que pretendía dar cobertura legal a su actividad.
Asimismo disponía de una nave industrial en Pinto (Madrid), donde almacenaba el material virgen, en la que tenía trabajando a varios ciudadanos chinos, a los que dejaba encerrados con llave, cuando él abandonaba el local para repartir material a los pisos donde se efectuaba la duplicación de los CDs.
En estos pisos trabajaban igualmente otros inmigrantes que carecían de llave de la puerta de entrada, por lo que fue necesario forzar las mismas en algunos casos a pesar de haber personas en su interior.
