Gendarmes de Marruecos toman el islote español de Perejil, próximo a Ceuta
Los militares han montado dos tiendas de campaña y han izado la bandera de su país.- España ha enviado a la zona una patrullera de la Armada y otra de la Guardia Civil
Un pelotón de cerca de una decena de gendarmes marroquíes desembarcó ayer en la isla de Perejil, un peñón español deshabitado al oeste de Ceuta cuya soberanía discute Marruecos. Los militares han montado dos tiendas de campaña y han izado dos banderas de Marruecos en el islote. España ha mandado dos patrulleras, una de la Armada y otra de la Guardia Civil, ya que la toma continúa. Fuentes marroquíes han alegado que sus agentes participan en una operación antidroga.
Los agentes han desembarcado y se han encarado con los marroquíes, que tras una breve discusión sobre a quién pertenece la roca han instado a los españoles de malos modos a que se fueran, amenazándoles con dispararles "por equivocación". La dotación de la patrullera ha abandonado entonces la zona.
El tratado hispanofrancés de 1912, que delimitaba la zona del Protectorado español de Marruecos, no hace referencia alguna a Perejil, pero tras la formalización del protectorado, la isla pasó a plena ocupación española. A comienzos de los años noventa, Marruecos protestó porque Perejil aparecía incluida en el borrador de Estatuto de Autonomía de Ceuta preparado por el Gobierno del PSOE. El islote no apareció finalmente mencionado en el estatuto definitivo.
España sigue considerando, no obstante, que la isla Perejil está bajo su soberanía, algo que defiende frente a Marruecos, como hace dos siglos mantuvo incluso con las armas frente a los designios anexionistas de Gran Bretaña.
"Modificación del 'statu quo"
El ministerio español de Asuntos Exteriores ha condenado la operación marroquí y ha solicitado al Gobierno magrebí que respete el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación de 1991, por el que se establece la cooperación y respeto mutuo entre ambos países, y ha exigido que "tome las medidas necesarias para restablecer la situación".
Según el comunicado oficial, la instalación de las banderas y las tiendas ha sido llevada a cabo por "miembros de las Fuerzas Armadas, que permanecerían en dicha isla". El Gobierno español considera que estos hechos suponen "una modificación del statu quo actual" y, "en ningún modo, se corresponde con la voluntad manifestada de mantener unas relaciones amistosas".
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