Los obispos vascos dicen que la ilegalización de Batasuna agudizará la "confrontación"
Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, acusa a los prelados de seguir "la voz de su amo, que no es Dios sino Arzalluz"
Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria han criticado con dureza la futura Ley de Partidos en una pastoral conjunta firmada ayer en la que alertan sobre las "consecuencias sombrías" que tendrá la ilegalización de Batasuna. Según Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, la pastoral es una "provocación" a las víctimas de ETA y demuestra que los prelados vascos "siguen la voz de su amo que en este caso no es Dios, sino Arzalluz". El PSOE, por su parte, ha lamentado que "entre el derecho a la vida y Batasuna, los obispos hayan optado por ésta última".
En el documento, titulado Preparar la paz, los obispos incluyen un capítulo relativo a la tramitación de la Ley de Partidos, que califican de "candente y resbaladiza". La pastoral señala que con la futura norma, consensuada por PP y PSOE, se producirá una agudización de la "división y la confrontación" en el seno de la sociedad vasca. Los obispos consideran que no les incumbe valorar los aspectos técnicos del proyecto y, al tiempo, indican que "resultaría precipitada" una valoración moral ponderada del texto.
"Tampoco podemos prever todos los efectos de signo contrapuesto que podrían derivarse de su aprobación y eventual aplicación", añaden los obispos, antes de señalar su preocupación por "algunas consecuencias sombrías que prevemos como sólidamente probables y que, sean cuales fueren las relaciones existentes entre Batasuna y ETA, deberían ser evitadas". La pastoral se pregunta si "la convivencia ya gravemente alterada no sufriría acaso un deterioro mayor en nuestros pueblos y ciudades". Y responde: "Probablemente la división y la confrontación cívica se agudizarían".
"Distinguir nacionalismo de terrorismo"
En otro epígrafe del documento se pide "distinguir nacionalismo de terrorismo". Se indica que ser nacionalista o no serlo es un asunto de convicciones personales y que cada sensibilidad debe respetar la identidad de los demás.
"Nadie ha de subestimar las señas particulares de este país, como son, entre otras, la lengua y la cultura, ni alimentar en su espíritu la sospecha de que la connivencia con el terrorismo anida al menos de manera latente en el corazón de un nacionalista", defienden.
Los obispos también solicitan "signos de distensión y aproximación", indicando que "una política penitenciaria que permitiera a los presos cumplir su condena más cerca de sus lugares de origen entrañaría por ejemplo un gesto de humanidad, sobre todo para sus padres y familiares".
Las críticas del Partido Popular y el PSOE a la pastoral de los obispos vascos no se han hecho esperar. El más duro ha sido Carlos Iturgaiz, presidente del PP del País Vasco, para quien el texto es una "provocación" a las víctimas de ETA que demuestra como, "una vez más", los prelados de Bilbao, San Sebastián y Vitoria "siguen la voz de su amo que en este caso no es Dios, sino Arzalluz". Según Iturgaiz, este tipo de pastorales son un "gravísimo error", por lo que pidió a los obispos que recen más por la paz y "metan menos leña al fuego".
"No me extraña que cada vez haya más ciudadanos católicos, sobre todo vascos, que estén dejando de poner la equis en la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta", añadió el dirigente popular, "porque este tipo de pastorales demuestran que los obispos no son universales, sino nacionalistas". Y concluyó: "Lo que deberían hacer [los obispos] es luchar más contra el terrorismo y dejar de hacer ese tipo de declaraciones. No les veo nunca encabezar manifestaciones contra el terror con una pancarta junto a los partidos políticos. Sólo sacan pastorales para beneficiar a ETA".
La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, por su parte, ha hecho público un comunicado en el que muestra "el estupor que le produce que a los mencionados obispos les resulte irrelevante cuáles sean las relaciones existentes entre Batasuna y ETA. De una afirmación de esta naturaleza parece desprenderse que, entre el derecho a la vida y Batasuna, los obispos hayan optado por esta última". La CEF del PSOE lamenta que los obispos vascos no hayan solicitado a Batasuna que deje de apoyar a ETA ni que condene la violencia como medio para obtener objetivos políticos. "Ese sí que sería un paso hacia la Paz", afirma.
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