La Juez aplaza a mañana la declaración de Camacho al no asistir su letrado

La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios ha aplazado hasta mañana la declaración del propietario de Gescartera, Antonio Camacho, después de que éste se negara a testificar por no estar presente su abogado defensor titular, José Lozano, según fuentes jurídicas.

Camacho, que permanece ingresado en la prisión de Soto del Real (Madrid) y que a la salida del juzgado ha afimrado sentirse "bien", ha entrado al despacho de la juez en dos ocasiones, pero en ninguna de ellas estaba presente Lozano, con lo que ha rechazado declarar alegando que conoció anoche por televisión que tenía que testificar y que no ha podido comunicarse con él.

En las casi dos horas que pasaron entre ambas entradas, el propietario de Gescartera ha esperado -sin esposas- en los pasillos de la Audiencia Nacional acompañado de su novia, Laura García Morey, con quien se ha mostrado muy cariñoso en todo momento.

Ataviado elegantemente con un traje gris marengo y muy moreno de piel, ha entrado sin letrado al despacho de la juez la primera ocasión, por lo que se ha aplazado la declaración hasta que compareciera uno de sus defensores o un abogado de oficio.

La llegada de Miguel Bajo, uno de sus letrados, ha permitido a la juez llamar de nuevo a declarar a Camacho, pero su decisión de no declarar sin la presencia de Lozano ha hecho que la juez suspendiera hasta mañana el interrogatorio.

El interés de la magistrada por las declaraciones del máximo acusado en el presunto fraude de esta agencia de valores es tal, que ha enviado a un funcionario del juzgado a entregar a Lozano la citación en persona con la orden de que no abandone el despacho del letrado hasta que la reciba.

Camacho, que iba a declarar hoy por tercera vez, deberá contestar mañana a numerosos asuntos que se han descubierto en este caso desde que testificara por última vez el pasado 9 de agosto, entre ellos, las supuestas idas y venidas de maletas con grandes cantidades de dinero en efectivo a las que se refirió su chófer, José Sanz.

Según este testigo, Camacho le entregaba, en su domicilio, un hotel o la sede de la agencia de valores, maletas repletas con millones de pesetas en torno a una vez al mes para que las ingresara en una sucursal de La Caixa en Majadahonda (Madrid).

Fuentes jurídicas han explicado que hasta el momento no había constancia alguna, ni documental ni testimonial, de que se ingresara dinero en efectivo en esta entidad, sobre todo, tan grandes cantidades, que oscilaron entre 20 y 58 millones de pesetas, según el chófer.

Imputados

La juez ha imputado hoy a los dos responsables de la sucursal de La Caixa de Majadahonda con la con la acusación de blanquear capitales para cometer una estafa y una apropiación indebida.

Fuentes jurídicas han informado de que Palacios paralizó el interrogatorio al director de la oficina, Miguel Prats, y decidió no iniciar la del subdirector, José Alfonso Castro, al considerar que debía cambiar su condición de testigos a la de imputados.

La juez ha tomado esta decisión a la vista de las respuestas de Prats, quien reconoció que pagaron al chófer de Antonio Camacho talones por importe de más de 2.000 millones de pesetas sin que éste firmara, como es preceptivo, y que recibieron 240 millones de pesetas en efectivo que se ingresaron en una cuenta de Gescartera.

Previamente a la llegada de Camacho, la juez ha tomado declaración a Fernando Lorca, un empleado de Gescartera quien, según su testimonio, fue contratado como empleado de seguridad, pero su excedencia de la Guardia Civil impidió que realizara estas tareas.

Lorca ha explicado que en numerosas ocasiones Camacho le telefoneaba a altas horas de la mañana para que fuera a recogerle porque no podía conducir debido a que había ingerido alcohol.