La Ertzaintza atribuye al desarticulado 'comando Buruntza' nueve asesinatos en Guipúzcoa
El grupo cometió 25 atentados en la provincia en los últimos dos años
El comando Buruntza sería el autor de los atentados que costaron la vida al ex gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jaúregui, el 29 de julio del pasado año en Tolosa; al director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga, muerto a tiros el 24 de mayo en San Sebastián, y al subcomisario de la Ertzaintza Mikel Uribe, ametrallado en Leaburu el 14 de julio pasado.
Además la Ertainza considera a sus integrantes responsables de las muertes del empresario José María Korta, del concejal del PP Manuel Indiano, del cocinero Ramón Díaz García y de los trabajdores de la empresa Elektra, Josu Leonet y José Angel Santos, según han informado fuentes cercanas a la investigación. Además, se sospecha que fueron los autores del asesinato del subteniente del Ejército Francisco Casanova, aunque este último dato no ha sido confirmado.
El grupo, en colaboración con el comando Gaua, formado por activistas legales, perpetró también el atentado con coche bomba que causó la muerte del ertzaina Iñaki Totorika, el 9 de marzo pasado en Hernani.
Los miembros de ese comando, que fueron detenidos esa misma noche por la policía vasca, fueron los encargados de robar el turismo utilizado en el atentado, cuya detonación fue realizada por los integrantes del Buruntza cuando una patrulla de la policía vasca se encontraba junto al coche bomba.
Atentados de los últimos dos años en Guipúzcoa
Las investigaciones realizadas hasta el momento permiten imputar a esta célula de ETA casi la totalidad de los atentados que se han registrado en Guipúzcoa a lo largo de los últimos dos años. Estos datos ponen de relieve la importancia que tenía la estructura etarra que ha sido desmantelada por la policía vasca.
Entre los atentados que también habría cometido el comando Buruntza se encuentran el envío de dos cartas bomba. La primera tuvo como destinatario al decano del Colegio de Abogados de San Sebastián, José María Muguruza, quien recibió un paquete con explosivos en octubre del pasado año. Muguruza sospechó del contenido y avisó a la Ertzaintza que lo pudo desactivar sin que nadie resultara herido.
El segundo artefacto fue el recibido por el periodista Gorka Landaburu en su domicilio de Zarautz el pasado 15 de mayo. La deflagración del artefacto ocasionó graves heridas al periodista en la cara, los ojos y las manos, de las que todavía se encuentra convaleciente.
Este grupo es, además, el responsable del fallido atentado contra la cúpula del PP vasco que tuvo como escenario el cementerio de Zarautz, el pasado 9 de enero, donde los dirigentes populares se habían reunido para homenajear al concejal José Ignacio Iruretagoyena, asesinado en 1998. Los etarras ocultaron una bomba dentro de un macetero e intentaron activarla mediante un teléfono móvil, pero por causas desconocidas el artefacto no funcionó y fue neutralizado posteriormente por la Ertzaintza.
Además, el comando desarticulado sería responsable de dos atentados con bomba trampa dirigidos contra la Guardia Civil. Uno de ellos fue el perpetrado el 11 de noviembre contra el acuartelamiento de Intxaurrondo mediante el lanzamiento de granadas. Junto a la base utilizada de soporte para disparar los proyectiles, los etarras ocultaron una bomba trampa que fue activada mediante un teléfono cuando especialistas en desactivación de los tres cuerpos policiales procedían a inspeccionar el lugar. Seis guardias civiles, dos ertzainas y dos policías nacionales resultaron heridos en este atentado.
El mismo grupo realizó otro atentado con granadas contra la casa cuartel de Irún el 21 de noviembre. En la guantera del vehículo utilizado para disparar los proyectiles ocultaron una bomba trampa que debía activarse cuando los agentes se acercaran a inspeccionarlo, pero los artificieros lograron provocar la explosión controlada del artefacto.
Un tercer atentado contra la Guardia Civil cometido por el grupo fue la bomba colocada en una papelera próxima a la garita de control de la entrada del puerto de Pasajes, en el municipio de Lezo.
El comando Buruntza intentó también atentar contra los Reyes con motivo de la inauguración del Chillida Leku, en Hernani, el 16 de septiembre del pasado año. Para ello colocaron unas granadas en un monte próximo que debían haberse disparado contra la instalación museística cuando don Juan Carlos y Doña Sofía estuvieran en su interior. Las granadas fueron localizadas por la policía vasca unas horas antes de que tuviera lugar el acto de inauguración en el que también estuvo presente el canciller alemán Gerhard Schroeder.
Actos de sabotaje
El grupo desarticulado por la Ertzaintza ha desarrollado también en los últimos dos años una intensa campaña de atentados con bomba dirigidos contra empresas a las que la organización terrorista pretendía extorsionar. Dentro de esta campaña se encuadran los tres atentados que ha sufrido el Banco Guipuzcoano en los últimos dos meses: el coche bomba que estalló en la sede que esta entidad tiene en Ibaeta el pasado 21 de junio, causando importantes daños materiales, y las dos bombas colocadas en sendas oficinas de San Sebastián apenas una semana antes de la captura de los etarras.
El 7 de julio del pasado año, miembros del Buruntza fueron los responsables de la colocación de una bomba lapa bajo el coche de un empresario de hostelería de Ordizia. Los artefactos funcionaron defectuosamente y gracias a ello, la hija del empresario resultó ilesa cuando puso el vehículo en marcha con la bomba adosada en los bajos.
El 24 de agosto de 2000, el grupo cometió seis atentados simultáneos mediante la colocación de bombas en tres camiones de Irún, dos empresas de San Sebastián y otra de Lazcano. Unos meses más tarde, el 27 de diciembre, obra bomba de este comando causó heridas a una persona y daños materiales en el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social de San Sebastián.
A todas estas acciones hay que sumar el robo de dos máquinas troqueladoras cometidas por los miembros de este comando. La primera se produjo el 20 de noviembre en Eibar, donde tres individuos asaltaron la empresa Aldagaiak y se llevaron la troqueladora tras dejar amordazado al empleado. El segundo robo fue cometido por dos individuos el 10 de febrero pasado en las instalaciones de la empresa Udalauto, de Mondragón, de donde se apoderaron de la troqueladora y 300 placas de matrícula.
Puestos en libertad
Dos de las siete personas que permanecían aún detenidas en dependencias de la Ertzaintza por su presunta relación con el comando Buruntza de ETA han sido puestas hoy en libertad, según ha informado el departamento vasco de Interior.
Fuentes de la investigación han precisado que estas dos personas son Javier Unanue Estensoro y Miren Alaitz Intxausti.
De esta manera, ya son tres los detenidos en esta operación policial desarrollada en Guipúzcoa que quedan en libertad, después de que el pasado jueves fuera liberada Susana López García.
El resto de arrestados que continúan todavía en dependencias de la Ertzaintza son Santiago Vicente Aragón Miró, Xabier Makazaga Azurmendi, Ibón Etxezarreta Etxaniz, Luis María Carrasco Aseginolaza y Oskarbi Jauregi.
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