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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

69 detenidos en la desarticulación de una red de trata de blancas en Canarias

Entre los arrestados se encuentran dos policías y un abogado

En mayo del pasado año, durante el período de regularización de ciudadanos extranjeros en España, los investigadores detectaron irregularidades en las solicitudes presentadas por diversas ciudadanas extranjeras procedentes de la Europa del Este.

Los policías analizaron la documentación presentada, así como las sociedades que formulaban las supuestas ofertas de trabajo y determinaron la existencia de una organización delictiva perfectamente estructurada compuesta por ciudadanos españoles y extranjeros, que habían constituido entidades mercantiles para encubrir actividades ilícitas relacionadas con la inmigración irregular y la prostitución.

Esta red, compuesta por ciudadanos pertenecientes a grupos criminales de Rusia, Polonia, Hungría, Rumanía, Italia y otros países sudamericanos, actuaba amparada en negocios lícitos, como discotecas, empresas de compra-venta de coches, restaurantes, agencias de colocación de artistas y explotación de salas de fiesta. Unas tapaderas con las que financiaban, blanqueaban y encubrían sus actividades delictivas.

Del tráfico de drogas a la prostitución

Distribuían a las inmigrantes en los diferentes clubes y casas de citas de la isla, donde llegaban a acuerdos económicos con los propietarios. Las ganancias obtenidas eran divididas proporcionalmente entre los captadores de sus respectivos países de procedencia, los distribuidores y los propietariosde los locales.

La mayor parte de los encargados tienen antecedentes por tráfico de sustancias estupefacientes en otros países. En el Archipiélago canario, han reconducido sus actividades ilegales hacia la trata de blancas, una actividad que proporciona mayores beneficios -manejaban alrededor de 30 millones pesetas anuales-, y la pena por estos delitos es menor que por tráfico de drogas.

Los responsables de la organización actuaban conjuntamente con delincuentes de origen rumano, quienes se encargaban de sustraer tarjetas de crédito de Cataluña.

Mediante el empleo de estas tarjetas y de acuerdo con una empleada de una agencia de viajes, compraban los billetes de avión para el traslado de las mujeres. Uno de los rumanos fue detenido en la localidad gerundense de Lloret de Mar por la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.

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