Miles de palestinos despiden al ministro Huseini en Jerusalén
La policía israelí está en estado de alerta para prevenir posibles incidentes, pues el sepelio coincide con el día de la oración musulmana
Los restos de Al Huseini reposarán en el mausoleo familiar dentro del recinto de la Explanada de las Mezquitas, llamado por los árabes Haram El Sharif (El noble santuario) y por los judíos El Monte del Templo, y que es el lugar más simbólico y disputado del conflicto que enfrenta a ambos pueblos.
"El hecho de que vaya a ser enterrado en Al Aksa es todo un símbolo y un honor" para Al Huseini, afirmaba Nabil Shaat, ministro palestino de Cooperación Internacional, quien ha calificado al fallecido dirigente de "un hombre modesto, amante de la paz y difícil de reemplazar".
Shaat era uno de los numerosos dirigentes palestinos congregados hoy en la Orient House, la sede no oficial de la ANP en la Jerusalén ocupada que dirigía Al Huseini, para esperar la llegada del cortejo fúnebre desde la ciudad cisjordana de Ramala, 20 kilómetros al norte.
Con ellos, cientos de palestinos de a pie también se acercaron a esta residencia donde desde ayer ondean banderas negras y palestinas a media asta en duelo por la muerte de un hombre considerado el principal símbolo de Al Quds (Jerusalén en árabe).
"Todo el mundo se identificaba con él en esta ciudad", ha afirmado Shaat, quien ha asegurado que "el espíritu de Al Huseini sigue vivo en la Orient House y los palestinos seguiremos su lucha por recuperar la ciudad".
Faisal Al Huseini, miembro de una influyente familia palestina de Jerusalén, será enterrado junto a su padre, Abdel Qader Al Huseini, un legendario líder de las fuerzas árabes locales que lucharon contra los israelíes en 1948 y murió a los 40 años en la batalla de Al Qastel.
En Jerusalén Este y la ciudad vieja amurallada todas las tiendas palestinas permanecen cerradas desde ayer, en señal de un duelo que durará tres días.
El cuerpo de Al Huseini había llegado esta mañana a Ramala procedente de Amán, en un helicóptero del rey Abdala de Jordania, tras haber sido trasladado antes desde el emirato de Kuwait, donde la muerte le sorprendió ayer por un ataque al corazón.
El presidente de la ANP, Yaser Arafat, profundamente afectado por la pérdida de su colaborador, afirmó anoche que al infarto contribuyó el hecho de que Al Huseini, enfermo de asma, había inhalado gases lacrimógenos lanzados por el Ejército israelí para dispersar manifestaciones de palestinos durante la actual Intifada.
Arafat ha acompañado el féretro desde Amán hasta Ramala, pero no asistirá a su entierro en Jerusalén al no tener autorización israelí para visitar la ciudad.
En Ramala, las numerosas personas congregadas en el cuartel general de Arafat prorrumpieron en gritos de "Alá Akbar" (Dios es el más grande) al aparecer el féretro cubierto con la bandera palestina.
"Cada piedra y cada hueco de Jerusalén le conocen", decía allegado del fallecido en la Orient House.
La policía y el Ejército israelí están en estado de alerta para prevenir posibles incidentes, pues el sepelio coincide hoy con el viernes, día de la oración musulmana, cuando miles de fieles acuden al recinto de Al Aksa a rezar.
Hace ocho meses estalló en ese lugar la actual Intifada palestina tras la provocativa visita efectuada por el entonces jefe de la oposición israelí y hoy primer ministro, Ariel Sharón.
Desde entonces, 500 muertos palestinos y casi 100 israelíes se han producido en una violencia que no cesa y que ha paralizado totalmente el proceso de paz del que Al Huseini fue uno de sus impulsores, como miembro de la delegación palestina que acudió a la Conferencia de Madrid en 1991.
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