El menor de la katana, condenado a seis años en un centro terapéutico
Durante una breve comparecencia en el Juzgado de Menores de Murcia, que se desarrolló a puerta cerrada, J.R.P. ha reconocido los hechos y se ha conformado con la pena, por lo que no ha sido preciso celebrar el juicio, según fuentes judiciales.
Las mismas fuentes han precisado que, a causa de esta conformidad, no ha sido necesaria la comparecencia de testigos y peritos propuestos por la Fiscalía y la defensa.
Fuentes de la defensa han indicado que la acusación estatal, que inicialmente pedía tres penas de ocho años de internamiento por otros tantos delitos de asesinato, rebajó la condena pedida a la vista de los informes psicológicos y psiquiátricos aportados a la causa.
La defensa ha añadido que los informes periciales aportados por la misma "coinciden en señalar que el menor padece una psicosis epiléptica, por lo que no puede ser declarado plenamente responsable de sus actos".
Tanto estas pruebas periciales como las realizadas por dos especialistas en psiquiatría del hospital Román Alberca de Murcia a propuesta de la Fiscalía recomiendan que el menor sea tratado "de inmediato".
La medida de internamiento en régimen cerrado comenzará a cumplirla en el centro educativo La Zarza, ubicado en el municipio murciano de Abanilla, donde se encontraba ingresado desde que hace unos meses la Audiencia Provincial de Murcia ordenara que se le realizara un informe psiquiátrico, y al que regresó tras la sesión judicial de hoy.
En el futuro podría ser trasladado a otro establecimiento terapéutico si las circunstancias así lo aconsejan, ha añadido la defensa.
El menor fue trasladado hoy al Palacio de Justicia en un coche oficial de la Secretaría Sectorial de Acción Social, Menor y Familia del Gobierno regional, institución a la que el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Murcia atribuyó su tutela después de que ninguno de sus familiares quisieran hacerse cargo de él.
La titular del Juzgado de Menores, Ascensión Martín, deberá redactar en los próximos días la sentencia en los términos de la conformidad alcanzada hoy.
J.R.P. acabó con la vida de sus padres y hermana, que padecía el síndrome de Down, en las primeras horas del día uno de abril de 2000, mientras dormían en su domicilio, en el barrio murciano de Santiago El Mayor.
El arma homicida fue una catana que su padre le había regalado poco antes y un puñal, con los que asestó numerosos golpes a sus tres familiares.
J.R.P. fue detenido por la Policía Nacional el 3 de abril en la estación de Renfe de Alicante tras comprar un billete con destino a Barcelona.
La publicación aquellos días en medios de comunicación de la imagen e identidad de J.R.P. desató la polémica sobre los derechos del menor y movió a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a anunciar que estudiaba emprender acciones legales por intromisión en la intimidad del joven.
