ETA reivindica en un comunicado sus últimos 15 atentados, en los que murieron seis personas

En el comunicado, ETA califica el asesinato de los dos trabajadores de Elektra en Martutene como un "error irreparable".

La banda terrorista afirma que la Ertzaintza "complementa y suple" a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, "desde sus responsables políticos y hasta el último policía".

En este sentido, acusa a la Policía autónoma de "reprimir incesantemente a la sociedad vasca" y le advierte de que, "como hasta ahora y a partir de ahora también, la respuesta de ETA estará en función de la labor de castigo que desarrolle" la Ertzaintza.

Los terroristas aseguran también que desarrolla una campaña contra intereses turísticos españoles y, en este sentido, se reafirma en su intención de continuar con acciones terroristas como las cometidas en Roses y en Gandia. Por ello, aconseja a los turistas, sobre todo, a los ciudadanos europeos a que no hagan turismo en España, para evitar "consecuencias no deseadas".

Seis víctimas

El primer atentado mortal cuya autoría asume hoy la banda fue el que costó la vida el pasado 26 de enero a Ramón Díaz, de 51 años, un cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián. Casado y padre de dos hijos, Ramón Díaz, murió en el barrio de Loyola de San Sebastián al estallar la bomba con tres kilos de titadine que los terroristas colocaron en su automóvil.

El 22 de febrero, la organización terrorista ETA asesinó a dos trabajadores de la empresa Elektra e hirió de diferente consideración a otros tres en un atentado con coche bomba perpetrado en San Sebastián contra el edil del PSE/EE de Ordizia (Guipúzcoa) Iñaki Dubreil, quien también resultó herido por la explosión.

Los dos fallecidos fueron José Angel Santos Larrañaga, de 40 años, residente en Andoain, y Josu Leonet Azkune, de 31, natural de Tolosa.

El 9 de marzo el ertzaina Iñaki Totorika, de 25 años, murió en la explosión de un coche bomba trampa colocado en Hernani (Guipúzcoa).

El agente falleció cuando iba a inspeccionar un vehículo sospechoso, mientras que su compañero resultó herido.

Horas después, tres personas, supuestos miembros del entramado del llamado complejo Donosti fueron detenidas, dos de ellas en una cabina telefónica cuando estaban llamando para atribuirse el atentado y comunicar donde se encontraba el dueño del coche que habían robado para cometerlo y que explosionó cuando Totorika y su compañero se acercaban para inspeccionarlo.

El 17 de marzo, ETA asesinó por primera vez a un mosso d'Esquadra, que fue alcanzado por la metralla despedida por la onda expansiva al hacer explosión un coche bomba en la localidad gerundense de Roses.

El agente, Santos Santamaría Avedaño, de 33 años, formaba parte del operativo enviado por la policía autonómica catalana al lugar del atentado, tras avisar ETA de que un coche bomba haría explosión en la urbanización Margarita de Roses, frente al hotel Montercalo.

En el momento de la explosión, el mosso d'Esquadra se encontraba a unos cien metros del coche bomba, y fue alcanzado por la metralla que despidió la onda expansiva y fue trasladado al hospital de Figueres, al que llegó sin vida. La explosión causó también heridas a otros agentes, uno de ellos un policía local de Roses, aunque las lesiones de todos ellos no revistieron gravedad.

El último atentado mortal que asume ETA en su comunicado, en el que también se atribuye otras acciones terroristas, fue el del concejal socialista y teniente de alcalde de Lasarte (Guipúzcoa) Froilán Elespe Inciarte, muerto de un tiro en la nuca el 20 de marzo.

El atentado se produjo cuando un único individuo disparó al edil en el momento en que éste se encontraba en un bar de la citada localidad, que solía frecuentar y al que se había dirigido tras salir del consistorio, del que era teniente de alcalde desde 1987.

Froilán Elespe elevó a 29 el número de víctimas a manos de la banda terrorista ETA desde el fin de la tregua en diciembre de 1999.