La logística, la gran oportunidad laboral con proyección de futuro
El crecimiento del tránsito internacional de mercancías y el auge del comercio electrónico multiplican las opciones laborales en el ámbito del transporte y la gestión de cadenas de suministros. Por eso, universidades y escuelas de negocio han diseñado programas oficiales para ofrecer una formación especializada y reglada a los futuros profesionales de este pujante sector
El bloqueo de un barco en el canal de Suez, en Egipto, paralizó durante una semana de marzo el 12% del comercio mundial. El percance en ese delgado cauce, que une un lado del mundo con el otro, ocasionó 8.000 millones de euros en pérdidas por día, de acuerdo con la revista especializada en comercio internacional Lloyd’s List, y provocó una subida del 6% en el precio del petróleo por los problemas de los buques para llegar a Europa. Pero, aunque causó pérdidas y retrasos en fábricas de todo el globo, sirvió para que la sociedad comprendiera el papel que la logística y el transporte desempeñan en la economía mundial. Si no funcionan como un reloj, las consecuencias serán nefastas.
Javier Lozano, profesor de la IMF Business School, utiliza este caso para explicar a sus alumnos por qué las compañías siempre deben tener un plan alternativo en relación al transporte y la logística –como la investigación de rutas alternativas o la identificación de proveedores más cercanos– y que son profesionales como ellos los que se necesitan para diseñarlos. Lozano imparte clase en el máster universitario oficial en Dirección de Empresas Logísticas y de la Cadena de Suministro de esta escuela de negocios con sede en Madrid y Málaga. Se trata de uno de los títulos oficiales existentes en este sector y que se cursa en dos años.
Actualmente, quien quiera formarse en logística cuenta en España con cinco títulos de grado, principalmente en facultades adscritas, y 15 de posgrado (máster) en instituciones tanto públicas como privadas. Además, muchas escuelas de negocio también ofertan estudios homologados por otros centros de educación superior y títulos propios con los que formarse para trabajar en esta industria.
Un negocio que, según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) español, genera un millón de puestos de trabajo, y aglutina a 197.000 empresas. Además, opina Tomás Manso, responsable del departamento de Formación de Correos, referente del sector y en plena expansión internacional, ofrece muchas oportunidades laborales en todas sus divisiones: desde el comercio electrónico y el análisis de datos hasta la gestión de la logística.
En Correos, una compañía con más de 300 años de historia, apuestan tanto por la captación de profesionales formados en estas titulaciones vinculadas al sector, pues cuentan con una perspectiva general del negocio, como por la recapacitación de sus propios trabajadores. “Disponemos de un gran abanico de opciones de formación y metodologías, en línea principalmente, para todos los departamentos y los servicios que ofrecemos: desde formación en nuevos productos, como la comercialización de seguros o las telecomunicaciones a la más técnica sobre logística o comercio electrónico”, apunta este experto. “Buscamos un equilibrio entre el desarrollo del talento interno y la incorporación de profesionales externos”, añade.
Una economía que demanda profesionales
La mayoría de los títulos han surgido durante los últimos 15 años impulsados por el crecimiento del tránsito internacional de mercancías, el auge del comercio electrónico y la necesidad de las organizaciones de contar con profesionales altamente cualificados. Los expertos indican que, antes de la aparición de estos estudios, la formación en transporte y logística era un apartado en asignaturas dentro de títulos de la rama de Empresariales y de Ingeniería en Organización Industrial o un módulo en un máster de Administración de Empresas (MBA).
Como destaca Fernando Bretón, profesor del máster en línea en Dirección Logística de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), creado en 2014, la profesionalización era un tema urgente requerido por las compañías. “Los nuevos hábitos de consumo como las compras por internet y la deslocalización de las fábricas exigen expertos con una visión global que lleven el timón”, apunta Bretón, cuya universidad estrenará su primer grado en esta materia en 2022 ante el éxito del posgrado. Miquel Serracanta, director del máster en Supply Chain Management de la EAE Business School, instaurado hace una década, cuya modalidad a tiempo completo está homologada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, respalda esta idea “El sector ha elevado los requerimientos para trabajar en las cadenas de suministros, esos procesos que incluyen desde la compra de las materias primas hasta la entrega al cliente”, explica.
Las compañías han acudido a las instituciones académicas para exponerles su problemática. Esa es la principal razón por la que, en el curso de 2009, la Universidad Camilo José Cela (UCJC) estrenó su grado en Transporte y Logística. Tomás García Martín, decano de la Facultad de Tecnología y Ciencia, de la que depende el grado, recuerda que un año antes medio centenar de empresas le plantearon su incapacidad para cubrir las nuevas vacantes. “Los trabajadores que acababan en las divisiones de logística, almacenes, servicios de pedidos o comercio internacional provenían de títulos de Económicas o se habían formado dentro de la empresa a medida que promocionaban”, explica García Martín.
La oferta de posgrado está orientada a profesionales del sector que buscan acceder a puestos de mayor responsabilidad
Entre los profesionales predominan los diplomados y licenciados en estudios económicos, desde Ciencias Económicas a Administración y Dirección de Empresas, pero también ingenieros. Manso apunta que esa mezcla de profesionales es habitual en su empresa. “Cuando hay que organizar la puesta en marcha de un centro logístico, los ingenieros son necesarios para establecer los movimientos de las cargas, la gestión de flotas, cómo puede ser más eficiente la gestión de una ruta, por ejemplo, entre Madrid y Zaragoza con una carga determinada,... Pero también economistas”, resalta.
García Martín añade que en las grandes multinacionales han comprobado que los perfiles de los gestores, especialmente de los directores de Operaciones, uno de los puestos más importantes, tenían una formación económica y habían aprendido a hacer las compras o a gestionar el almacenamiento y el mantenimiento a fuerza de experiencia. “En muchas ocasiones, complementaban su formación con un máster en Cadena de Suministros, por ejemplo, para dominar sus funciones dentro de la empresa”, recuerda, y destaca que ahora van ganando peso los trabajadores que provienen de esos grados y másteres especializados.
El máster: un salto para los profesionales en activo
La oferta de posgrado en España cuenta con títulos a tiempo parcial y completo, de uno y de dos años, tanto en línea como presenciales. Es una formación orientada principalmente a profesionales del sector que buscan acceder a puestos de mayor responsabilidad. Muchos de ellos, destaca Javier Lozano desde la escuela de negocios IMF, cuyo programa proporciona un título de la Universidad Camilo José Cela, son profesionales en activo que provienen de la Formación Profesional (FP) y de otras titulaciones superiores que quieren reciclarse. Cualquiera con cierta formación en Ciencias Sociales o experiencia en el sector, apuntan los responsables de los títulos, puede acceder.
En este centro, describe Lozano, practican la clase invertida en sus seminarios mensuales, un método por el que el alumno se prepara la materia previamente para dedicar el tiempo en el aula, tanto presencial como virtual, al debate y a las actividades grupales. “El trabajo previo me permite saber en qué flojean y qué es lo que les interesa”, explica.
Miquel Serracanta, de EAE, resalta el triple enfoque con que se aborda el aprendizaje, tanto en el título a tiempo completo como en el de fines de semana orientado a profesionales en activo: “Se centra en los procesos, en la gestión de las personas y la organización y en el uso de la tecnología”, describe. Los estudiantes también adquieren las habilidades para obtener y analizar los datos que les permitirán tomar decisiones, una función que realiza el controller, que trabaja en equipo con técnicos procedentes de la FP. “No solo se trata de calcular los costes y el rendimiento, sino también la huella de carbono para reducirla”, explica.
En la parte relacionada con las personas, el programa pone énfasis en el desarrollo de una capacidad de comunicación adaptada a la multiculturalidad propia del comercio internacional. “Es más que una cuestión de idiomas, sino de las diferencias culturales en la forma trabajar y de relacionarnos que hay que manejar”. Y la innovación, continúa Secarranta, desempeña un papel clave en la formación. “Los alumnos deben comprender las tecnologías pujantes que están transformando el sector, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o los sistemas de blockchain”, detalla. Bretón, de UNIR, resalta el valor de que el máster prepara a los titulados para que sean capaces de definir las estrategias de las compañías del sector y confiar en equipos formados por perfiles más técnicos para ejecutarlas.
El reto de dominar la 'última milla'
La gestión de la logística de la última milla, el tramo final de los envíos en los núcleos urbanos antes de llegar al consumidor, es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los titulados que cada año salen de los grados y posgrados especializados en el sector. Hacer una entrega a domicilio, señala Fernando Bretón, profesor del máster en Dirección Logística de UNIR, es muy caro y perjudicial para el medio ambiente y requiere una gran planificación.
“Ahora las entregas son mucho más rápidas, puede que el comprador no esté en casa, hay que contar con las devoluciones… Todo eso desde el punto de vista logístico requiere una planificación bárbara”, describe. Por eso, opina Bretón, surgen oportunidades de trabajo para expertos en robótica, en big data o en inteligencia artificial. En ello coincide Tomás Manso, responsable de Formación de Correos, pues las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) son demandadas en el sector para diseñar estrategias, sistemas y herramientas tecnológicas que potencien la eficiencia de los transportes y reduzcan las emisiones.
El grado: conocer el sector en profundidad
En el grado en Transporte y Logística de la Universidad Camilo José Cela, en torno al 65% de los alumnos proceden de Bachillerato, tanto de Ciencias como de Humanidades y Ciencias Sociales. El programa, de carácter presencial, cubre a lo largo de cuatro cursos los conocimientos que se necesitan para optar a cargos de responsabilidad en las compañías: gestión de recursos humanos, contabilidad, estadística, funciones de compras, administración de almacenes y trámites aduaneros, las singularidades de cada modalidad de transportes –incluida la de pasajeros– y el funcionamiento de las cadenas de suministros. El grado de Logística y Negocios Marítimos de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona pone el foco especialmente en el mar lo que, según su coordinador, Jesús Martínez, le convierte en una titulación única en el mercado.
El inglés es el idioma que cualquier profesional del sector debe manejar. Especialmente para mantener reuniones y negociar, resalta Manso: “El comercio electrónico es un movimiento global. Además, Correos se encuentra inmersa en un proyecto de internacionalización, por lo que se demandan profesionales capacitados para atender clientes y operaciones en otras partes del mundo”. Lozano, de IMF, añade que cada vez gana más peso el chino mandarín, pero que sumará cualquier otro idioma que se domine.
La formación práctica ocupa un lugar protagonista en estos grados. El de la Universidad de Girona, de carácter presencial, que se imparte en el centro adscrito Escuela Universitaria Mediterrani, en Barcelona, está constituido como un grado dual, en el que el tramo final se desarrolla dentro de una empresa. Félix Barahona, su coordinador, explica que los estudiantes se integran en la empresa y desarrollan proyectos allí como un empleado más con un contrato laboral. “En el último año y medio realizan prácticas en una empresa, pero continúan acudiendo a clase para reforzar los idiomas”, argumenta Barahona sobre este grado, que se encuentra en su segunda edición. “Salen de aquí formados para integrarse en las empresas y aspirar a puestos de responsabilidad”, añade.
Un sector con muchas oportunidades
Amazon, la compañía estadounidense líder en comercio electrónico, está construyendo un centro logístico en Onda, un pueblo industrial de 25.000 habitantes de la comarca de la Plana Baja, en Castellón, que promete crear un millar de puestos de trabajo directos y otro en Girona, en 2022, para el que todavía no ha anunciado cuántos trabajadores necesitará.
En Antequera, una población malagueña de 41.000 habitantes, se ha puesto en marcha, además, la creación de un nuevo centro logístico, conocido como el Puerto Seco Antequera Andalucía, donde confluyen el corredor ferroviario europeo del Mediterráneo y el del Atlántico, que generará, según las proyecciones, 8.000 empleos directos e indirectos.
Los estudiantes de la Camilo José Cela realizan su trabajo fin de grado (TFG) dentro de la organización en la que han realizado las prácticas a partir del tercer curso. El objetivo es que aprendan en un entorno real y que puedan desarrollar su talento dentro de una empresa que después apueste por ellos, integrándolos en su plantilla. “Los alumnos proponen mejoras que en muchas ocasiones se implantan”, destaca García. Así, se garantiza su entrada, o vuelta, al mercado laboral, ya que, según el profesor, todos los graduados encuentran trabajo rápidamente en un sector ávido de talento.
De acuerdo con el programa Novalog, un proyecto de la Comisión Europea orientado a identificar las categorías y la formación correspondiente del sector logístico, tanto los grados como los posgrados dan acceso a puestos intermedios con labores de gerencia, comerciales y administrativas y a cargos directivos o ejecutivos con tareas de planificación y gestión, y bandas salariales entre 20.000 y 40.000 euros al año y más de 35.000 en adelante, respectivamente. “Pero puede llegar a ser muy superior en función de su experiencia y del volumen de negocio que dirija”, argumenta García.
Salto a la empresa desde la Formación Profesional
La Formación Profesional (FP) también ha reflejado el auge del sector con la aparición de los títulos de grado superior en Comercio Internacional y en Transporte y Logística, durante las últimas dos décadas. Estos estudios permiten formar profesionales para cubrir los puestos técnicos de operador especializado y de jefes de equipo.
Miguel Santamaría, profesor de ambos ciclos superiores en el Instituto de Formación Empresarial de la Cámara de Comercio de Madrid, explica que la educación a este nivel está orientada a aquellas personas que buscan una formación eminentemente práctica. “Resulta aconsejable para el alumno que sale del instituto y quiere incorporarse rápidamente al mercado laboral y para el profesional con experiencia que quiera formalizar sus conocimientos con un título”, detalla.
La sostenibilidad en el ámbito de la logística es uno de los campos donde más oportunidades surgen. En Correos, una compañía comprometida con la Formación Profesional, los titulados en este tipo de estudios llegan con la formación necesaria para abordar la gestión del impacto en el medio ambiente de la actividad logística. Tomás Manso, responsable de Formación en la compañía, lo ilustra: “Las regulaciones sobre emisiones en las ciudades hacen que las empresas demanden técnicos capaces de organizar las flotas y las cargas, además de recoger e interpretar la gran cantidad de datos que se generan para tomar decisiones”.
Los programas de estudios se actualizan continuamente en colaboración con las empresas. Domingo Rodríguez, subdirector general de Ordenación e Innovación de la Formación Profesional en el Ministerio de Educación, hace hincapié en que son ellas las que saben qué necesita el mercado y por eso hay que escucharlas.