Expectativas sobre el PIB de 2022

Hace una semana, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) del Reino Unido publicó su revisión del crecimiento del producto interno bruto (PIB) británico para su serie anual. Particular interés tuvo el dato para 2022, dada la magnitud de dicha revisión, de nada más y nada menos que un 2 %. Es decir, según la ONS, el año que finalizó hace nueve meses el PIB del país fue en realidad un 2 % mayor de lo que se había calculado en marzo.

La noticia publicada con la revisión generó un gran interés en nuestro país, especialmente porque pronto, el 18 de septiembre, se espera el mismo ejercicio de actualización por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el PIB español. Dicha revisión, que responde a una actuación que se lleva a cabo todos los meses de septiembre, cobra en esta ocasión especial relevancia por las expectativas sobre la posible magnitud. El dato publicado por la ONS ha elevado aún más dicha expectación.

Pero antes de entrar en el porqué de esas expectativas resulta procedente comprender por qué se realizan estas revisiones y qué implican. De modo muy resumido, las revisiones son necesarias debido a que la información disponible sobre la actividad económica de un año en particular no es la misma a los 90 días de finalizar dicho año (finales de marzo) que a los 9 meses.

Por concretar, durante el año en curso, la evolución coyuntural del PIB se mide mediante un ejercicio estadístico llamado contabilidad trimestral. Este método utiliza información indirecta basada en indicadores económicos, como son los índices de producción industrial o el de ventas minoristas, para estimar la evolución del valor añadido bruto de un sector y, por lo tanto, del PIB de la economía en un trimestre dado. Cuando se calcula el dato para el último trimestre del año, en marzo del año siguiente, la suma de los cuatro trimestres nos proporciona el PIB del año que ya finalizó. Así pues, el pasado marzo ya supimos cuánto fue el PIB de 2022. O al menos una primera estimación.

Sin embargo, a lo largo del año siguiente se siguen recopilando encuestas que requieren tiempo y esfuerzo para ser completadas, pero que mejoran la información disponible a partir de los simples indicadores. Con esta nueva información, se debe revisar la estimación de marzo para obtener una segunda estimación que se acerca así, un poco más, a la definitiva. Esto es lo que se hace cada mes de septiembre.

Normalmente, el INE realiza revisiones bastante moderadas. Algunos años, simplemente confirma los datos de marzo. En otras ocasiones, la revisión es de cierta magnitud, pero rara vez supera medio punto por año. Sin embargo, la expectación es máxima para los datos de 2022. Después de la pandemia, los modelos utilizados para medir la actividad económica trimestral experimentaron un estrés considerable. Algunas actividades resultaron difíciles de evaluar utilizando métodos tradicionales. Además, los cambios normativos y regulatorios, como los relacionados con la fiscalidad, así como eventos imprevistos, como la invasión de Ucrania, generaron una desconexión entre ciertos indicadores utilizados previamente y los datos finales publicados por el INE. Esta desconexión podría haber sido relevante en 2022, lo que ha llevado a muchos a anticipar una corrección al alza del PIB basada en la información recientemente proporcionada por la Agencia Tributaria y otras encuestas estructurales publicadas a lo largo de esta primavera y verano.

Independientemente de la magnitud de la revisión, es importante destacar que las revisiones responden a procedimientos técnicos realizados dentro de un marco metodológico establecido por organismos internacionales, a los que se les proporciona información y justificación. Es necesario enfatizarlo, incluso con vehemencia, debido a las críticas recientes dirigidas al organismo estadístico por cambios metodológicos que son comunes y explícitos desde hace años, pero que para algunos representan una opacidad en el proceso para ajustar las cifras a los deseos de ministros y ejecutivos.

¿Qué esperamos para el 18 de septiembre? La verdad, no lo sé. La última palabra la tendrá el INE, y seguro que será muy justificada en función de los datos recogidos y métodos usados. Como he indicado, muchos estiman una corrección amplia, incluso por encima del 3%. Esto sería extremadamente excepcional, pero el dato del Reino Unido lo deja como opción probable. Sea lo que sea, no dejará indiferente a nadie. Y lo que tampoco dejaremos de ver son proclamas y diatribas lanzadas contra un procedimiento que, llevado a cabo desde que el mundo (de cuentas nacionales) es mundo, se hace.

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