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De Zaragoza a las puertas de la NASA en 24 horas

‘Predictfire’, un simulador de incendios ideado por un joven equipo de ingenieros e informáticos aragoneses, es seleccionado por la NASA entre los finalistas de su desafío mundial de programación

Los creadores de 'Predictfire'. De izquierda a derecha, Pedro Oros, Andrés Fandos, Lorenzo Cano, David Morilla, Diego Royo y David Ubide.
Los creadores de 'Predictfire'. De izquierda a derecha, Pedro Oros, Andrés Fandos, Lorenzo Cano, David Morilla, Diego Royo y David Ubide.Etopia
Nacho Meneses

Entre cafés, pizzas y ganas de pasarlo bien, con la ayuda de unos ordenadores portátiles y en solo 24 horas, un equipo de ingenieros e informáticos zaragozanos ha conseguido desarrollar un simulador de incendios forestales reconocido por la NASA como uno de los 35 mejores proyectos elaborados en el marco del NASA Space Apps Challenge. Este desafío global en forma de hackatón [maratón de programación] internacional es impulsado cada año por la agencia estadounidense para promover la colaboración científica y el conocimiento de la Tierra y la ciencia espacial. Usando datos abiertos proporcionados por la NASA y otras 11 agencias colaboradoras, los equipos participantes, de 162 países y territorios, desarrollaron íntegramente 3.094 proyectos en torno a los 22 desafíos propuestos durante la última edición del evento, que se celebró entre el uno y dos de octubre pasados. Spacers, uno de los equipos presentados en la sede de Barcelona, fue también seleccionado como finalista global con un proyecto de seguimiento de la Estación Espacial Internacional.

Predictfire, que así se llama el proyecto zaragozano, es un simulador de incendios forestales que muestra tanto el riesgo potencial de fuego como su posible comportamiento, según las características de cada terreno. No es la primera vez que logran esta distinción: también consiguieron ser finalistas hace tres años con una app móvil para visualizar satélites y aprender de ellos, que sin embargo quedó inactiva ante la falta de apoyos recibidos. Ahora confían en atraer la atención que no consiguieron entonces para poder seguir perfeccionando su iniciativa, gracias a posibles inversores y la colaboración de las administraciones públicas. En Zaragoza, de momento, se han reunido ya con Carmen Herrarte, la consejera de Economía e Innovación de la ciudad aragonesa. La idea, concebida y desarrollada en los estrechos márgenes del desafío de la NASA, es obra de un equipo formado por Pedro Oros, Andrés Fandos, Lorenzo Cano, David Morilla, Diego Royo y David Ubide. Conversamos con estos dos últimos para que nos hablen de Predictfire y de sus planes de futuro.

Pregunta. ¿Cómo funciona Predictfire?

David Ubide. Es un simulador de incendios que te permite predecir el riesgo potencial de un fuego y su comportamiento en base a una fórmula matemática sacada de la literatura científica. Nosotros la hemos adaptado en un programa que utiliza datos abiertos obtenidos de los satélites de la NASA (en concreto, hemos usado datos del Moncayo, un espacio natural en Aragón) que se cruzan con las características del terreno y los datos que tienes en cada momento, incluyendo variables como las reservas de agua, la biomasa, el viento, la pendiente y la propensión a la combustión de esa zona.

Diego Royo. Una vez que tú marcas el punto en el que empieza el fuego, el programa hace una animación de por dónde es más probable que se expanda, dadas las propiedades topográficas del terreno y las condiciones climatológicas.

D. Ubide. Claro que, al final, esto lo hemos desarrollado en 24 horas, y no es la idea completa. Lo que queremos es que esto se convierta en un simulador de incendios integral: que tú puedas simular un incendio, acrecentarlo o disminuirlo, y que luego aparte tengas diferentes recursos para combatirlo (helicópteros antiincendios, dotaciones de bomberos, cortafuegos...) que tú puedas poner sobre el mapa y que el programa te diga cómo podría avanzar el fuego según el recurso que coloques sobre el terreno.

P. Para eso, se necesitarán más apoyos, ¿no?

D. Ubide. Claro. En principio esto se acaba aquí: nosotros nos presentamos a un concurso de la NASA, y lo que tenemos es un producto mínimo. Te voy a ser sincero: Diego trabaja en la universidad y yo en una empresa privada, y eso nos da bastante más de comer que el predictor de incendios. Si no hay interés por ninguna parte, aquí se acaba... Pero si pudiéramos desarrollarlo y continuar con esta idea, nos centraríamos en tres focos: en primer lugar, queremos mejorar sus capacidades de predicción, porque al no haber información pública sobre los incendios, es difícil contrastar que está funcionando bien; otro punto sería la simulación de defensas contra el fuego, el ver cómo reacciona este según los recursos sobre el terreno, y que eso ayude a tomar decisiones sobre qué tienes que hacer o dónde hay que poner a la gente para que el incendio se extinga.

El último punto sería hacer cuadros de mandos para quienes toman esas decisiones, que incluyeran indicadores en tiempo real con información de los recursos que has desplegado, la velocidad a la que está avanzando el fuego... de forma que la persona responsable pudiera tomar decisiones óptimas en tiempo real basándose en datos y no en intuiciones.

P. ¿Qué os llevó a escoger este proyecto?

D. Ubide. A los hackatones hay gente que ya viene con ideas, porque les mola un tema en concreto, pero como nosotros trabajamos en otros campos, y ya es la tercera vez que participamos, lo que menos nos apetece es pensar antes del evento. Y lo cierto es que, al principio, la idea no era esta. Cuando empezamos, a las 10 de la mañana, lo primero que hicimos fue tomarnos un cafecito e ir a almorzar, a ver qué se nos ocurría. Yo tenía la idea inicial de hacer un simulador de guerra, ahora que está el conflicto entre Rusia y Ucrania, pero al final nos inspiramos en un juego que se llama Plague Inc, al que habíamos jugado todos, en el que un virus se extiende por el mundo y tú tienes diferentes opciones para pararlo. Y de ahí surgió la idea de crear un juego en el que tendrías que tomar decisiones para poder conseguir apagar un incendio con diferentes recursos. Pero ahí va el spoiler: en 24 horas no te da tiempo a hacer eso (ríe). Así que decidimos crear la simulación más perfecta que pudiéramos lograr y encontrar una visualización que le diera valor, porque al final esto lo tienes que vender.

D. Royo. La idea de todo este hackatón de 24 horas es hacer un evento donde la gente se lo pase bien. Te ofrecen pizza gratis, café gratis... Es simplemente para reunir a gente a la que les gusta la programación, ver lo que otros están haciendo y aprender cosas: desarrollo web, aplicaciones... Una vez allí empiezas a investigar, pero 24 horas es un tiempo muy limitado, así que ¿qué ocurre? Que de pronto te das cuenta de que te quedan 10 horas y que tienes que entregar algo. Así que nos centramos en la parte de simulación.

D. Ubide. Al final es que nosotros somos un poco masocas... La gente se mira los retos y escoge y desarrolla una idea en base a ellos. Pero nuestro proceso es totalmente al revés e ilógico: voy a hacer esta fumada y luego veo en qué reto la cuelo (ríe).

P. ¿Escoger un proyecto con una utilidad social es importante?

D. Ubide. Yo de toda la vida trabajo con juventud, y hacer cosas que no vea la gente es muy duro. Hace tres años hicimos un visor de satélites para el móvil, View My Satellites, para que cualquier persona pudiera, gratuitamente, ver los satélites en tiempo real con modelos en 3D y aprender; hacer clic sobre cualquier de ellos, acceder a información sobre su uso (este es para GPS, este otro es la estación espacial internacional...) e incluso ver la Tierra desde la perspectiva de esos satélites.

Nosotros no vamos a ser profesionales de Predictfire, ni de los hackatones. Por eso queremos que, al menos, nos guste lo que hacemos, y que si por casualidad se puede desarrollar, que luego sea útil. De hecho, esta aplicación se la mandamos al jefe de bomberos de Zaragoza, para dársela gratis; el único requisito es que la usaran. No hubo mucho éxito, pero ahí está lanzada...

D. Royo. Con este trabajo, también nos dio tiempo a reflexionar y lanzar un mensaje sobre el cambio climático. Analizar, por ejemplo, lo que pasaría si, a causa del calentamiento global, el suelo fuera más seco de lo normal, y con este modelo vemos que los incendios serían todavía más devastadores. Quisimos lanzar el mensaje de que esto tendría un impacto real. Date cuenta de que, si no hacemos nada para cambiar las cosas, las consecuencias serán devastadoras.

P. ¿Hay expectativas de poder seguir desarrollando el proyecto?

D. Ubide. La verdad es que no nos han hecho mucho caso, salvo Etopia [la entidad organizadora del NASA Space Apps Challenge en Zaragoza] y la Consejería de Economía de la ciudad. Mi empresa participa, pero no nos han hecho mucho caso, y la universidad tampoco. Ahora estamos intentando dar a conocer la idea con los medios y hablando con gente. Pero no nos da de vivir.

P. ¿Hay un buen ecosistema de emprendimiento en Zaragoza?

D. Ubide. Se apoyan iniciativas, pero solo desde hace unos años, y podría haber más ruido por parte de las empresas privadas. Zaragoza es un diamante en bruto (…) y hay un ecosistema capaz de sacar a la luz muchos proyectos innovadores [el ayuntamiento cuenta con tres aceleradoras], pero tanto las compañías como las administraciones tienen que seguir apostando por retener este talento y ofrecer las mejores condiciones para que se desarrolle. Aquí salen un montón de ideas, y la comunidad maker se reúne cada semana. Hay muchos eventos, aunque quizá no se les esté dando tanto bombo como en Madrid, Barcelona o Málaga.

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Sobre la firma

Nacho Meneses
Coordinador y redactor del canal de Formación de EL PAÍS, está especializado en educación y tendencias profesionales, además de colaborar en Mamas & Papas, donde escribe de educación, salud y crianza. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Valladolid y Máster de Periodismo UAM / EL PAÍS

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