Gestión del agua sostenible, solidaria y resiliente
SUEZ España, comprometida desde 2015 con la Agenda 2030, ha orientado su estrategia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas que ahora, con los retos asociados a la actual pandemia, potenciará a través de sus Pactos Sociales de Reconstrucción
Conscientes de que nuestras acciones tienen un impacto en la protección del planeta y en la calidad de vida de las personas, nuestro compromiso con la sostenibilidad no ha dejado de crecer, alineándose con una estrategia de alcance mundial y siempre pensando en el desarrollo local del municipio”. Así explica su estrategia empresarial SUEZ España, grupo experto en gestión de agua y residuos desde hace 150 años que, a través de su dilatada experiencia trata de adaptar sus soluciones a los grandes retos globales. Una filosofía de trabajo que no deja de ser reconocida; recientemente, como empresa ganadora de los premios CEX a la mejor práctica de integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por su proyecto en la desalinizadora de Mallorca.
“Nuestro papel va mucho más allá de la prestación de un servicio de agua a la población, aunque sea la misión principal, así como lograr un uso eficiente del recurso hídrico”, subraya Asunción Martínez, Alta Comisionada de la Agenda 2030 Social para SUEZ España.
El fin de la pobreza, la igualdad de género, la construcción de ciudades sostenibles, respetuosas con el entorno, inclusivas, diversas, transparentes en su gestión y seguras, son fines asociados a su actividad “que siempre alcanzaremos a través de alianzas público-privadas y con la colaboración de los principales grupos de relación del municipio”, añade Martínez.
Además, SUEZ España tiene claro que “la crisis sanitaria actual ha puesto de manifiesto la importancia de la RSE, la solidaridad y el desarrollo sostenible”. Mediante la implementación de sus Pactos Sociales en los municipios, la compañía propone contribuir a la recuperación económica con un modelo de gestión del agua basado en un fuerte compromiso local que mejore la calidad de vida, la protección de las personas —especialmente de las más vulnerables—y que promueva la reconstrucción verde y la innovación.
La crisis actual ha puesto de manifiesto la importancia de la RSC, la solidaridad y el desarrollo sostenible
De forma paralela y, a la vez, entrelazada, la estrategia climática se ha seguido apuntalando en varias direcciones. Como muestra, destaca la combinación de negocio y preservación natural en la depuradora de Cabeza Beaza (Cartagena), donde Hidrogea, una de sus filiales galardonada hace poco en los Premios Europeos del Medio Ambiente por la Fundación Biodiversidad, aplica un sistema de reutilización total del agua para paliar el problema agrícola de la sequía. A su vez, allí, dos humedales artificiales sirven de refugio a unas 30 especies de aves, algunas en extinción.
Pero este no es el único ejemplo de cuidado medioambiental. Gracias a las acciones de compra de energía verde, producción de renovable y eficiencia energética, SUEZ España ha reducido, en 2019, las emisiones equivalentes al CO2 que capturarían unos 9.500 árboles. Unas medidas que han permitido reducir un 29,6% las emisiones totales.
La necesidad de adaptación y resiliencia de las ciudades frente a los efectos del cambio climático se concreta en el fomento de infraestructuras verdes que eviten inundaciones, promuevan el uso de agua regenerada y preserven los espacios naturales, dotando a las urbes de nuevos espacios verdes como el Parque La Marjal (Alicante), “una propuesta que es pionera en Europa”.
Otra de las apuestas es la digitalización de los servicios de ayuda mediante sistemas de alerta temprana ante fenómenos meteorológicos adversos, control de aforo en playas y de la calidad del aire y sistemas de vigilancia para la detección del SARS-CoV-2 en aguas residuales, ya implementados en muchos municipios donde opera la compañía.
Biofactorías: el residuo, un recurso
Estos avances, unidos a la aplicación de un modelo circular, impulsan la autosuficiencia energética del grupo. La inversión en biofactorías, que transforman las tradicionales depuradoras en instalaciones integradas en el entorno, hace posible regenerar el agua para su posterior reutilización y, a su vez, conseguir la circularidad total también en energía y residuos. En concreto, su biofactoría Sur de Granada ha sido destacada por la OCDE como una buena práctica que ha servido de estímulo económico a la ciudad e inspirado a otras que también quieren optar por la gestión del ciclo integral del agua. “Este proyecto de economía circular tiene como objetivo compartir este tipo de propuestas entre urbes, generar diálogo político, social y empresarial y fijar unos indicadores para medir estos progresos a escala ciudad”, indica Asunción Martínez.
La inversión en biofactorías permite regenerar el agua para su posterior uso y lograr una circularidad total
Junto al compromiso ambiental, las iniciativas sociales son otro eje de la RSC de SUEZ España. “A través de estas iniciativas queremos operar un cambio cultural en la compañía. No en vano, el 91% de la plantilla está cubierta con un plan de igualdad y el programa Bootcamp Impulsa se ha implantado para capacitar a las mujeres y potenciar su carrera profesional. De igual forma, alcanzar la inclusión plena de las personas con discapacidad es otra de nuestras prioridades. La acreditación Bequal Plus ha certificado 37 sociedades de SUEZ en España como socialmente responsables en esta materia”, concluye Asunción Martínez.
Apoyo directo contra la vulnerabilidad social
Las personas y sus necesidades son el centro de la actividad de SUEZ España. La compañía está comprometida a garantizar, en todo momento, el derecho al agua sin dejar a nadie atrás, siguiendo el camino que marca la Agenda 2030, “siempre desde esa visión global con un impacto local”, subraya la Alta Comisionada de la Agenda 2030 para SUEZ España.
De acuerdo con la encuesta de presupuestos publicada por el INE en 2019, el consumo de agua supone el 0,63% del gasto medio anual de los hogares. Sin embargo, de estos, entre un 4,27% y un 6,74% debe considerarse vulnerable (conforme al concepto de la ONU) por la imposibilidad de afrontar la deuda derivada de la prestación del servicio. Un porcentaje que, a día de hoy, se presupone al alza por la pandemia.Ante esta situación, los fondos sociales, así como las acciones y alianzas necesarias para ayudar a las personas a salir de tal vulnerabilidad (como por ejemplo con entidades como Cruz Roja) son algunas de las palancas del plan estratégico del grupo, que en 2012 ya creó su Fondo de Solidaridad.
En 2019, la inversión en acción social ascendió a 10,2 millones de euros en parcelas como educación, bienestar social y ayuda humanitaria, entre otras partidas, y de 6,9 millones en fondos y tarifas sociales.