La Airef pide vincular la condonación de la deuda a las reglas fiscales y la reforma de la financiación

El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) aprobado una condonación parcial de la deuda de las autonomías y ha provocado un nuevo enfrentamiento en el panorama político y económico español. Mientras el Gobierno, representado por el Ministerio de Hacienda, defiende la medida como un alivio financiero para los territorios de régimen común, el PP la critica y ha puesto a sus 14 consejeros autonómicos en pie de guerra. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha manifestado este jueves su apoyo condicionado a la iniciativa, enfatizando la necesidad de establecer criterios claros y exigencias específicas para garantizar una gestión responsable de los recursos públicos. “Una operación de condonación de deuda debe llevar aparejada una condicionalidad fiscal por un doble motivo: por los problemas de azar moral que rodean a este tipo de operaciones y por la necesidad de reforzar las garantías de cumplimiento de las reglas fiscales”, explica el organismo en una nota. Por eso, añade, sin esos requisitos la propuesta carece de sentido.

La autoridad fiscal ha evaluado la reciente propuesta del Ministerio de Hacienda para condonar una parte de la deuda de las comunidades autónomas, por valor de 83.252 millones de euros. Este plan fue presentado por Hacienda tras pactar con ERC y presentado después al resto de territorios. Los consejeros del PP sienten que el esquema se ha diseñado siguiendo las exigencias de Cataluña, mientras que los territorios del PSOE (Castilla-La Mancha, Asturias y la propia Generalitat) lo apoyan. Según la Airef, la iniciativa, aunque bien intencionada, resulta “insuficiente” si no se acompaña de una reforma integral del sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014, y de mecanismos que aseguren el cumplimiento estricto de las reglas fiscales por parte de las regiones beneficiadas.

La Airef destaca que, para que las comunidades puedan retornar a los mercados financieros y obtener recursos de manera autónoma y sostenible, es imperativo abordar simultáneamente la reestructuración de los mecanismos extraordinarios de liquidez y la reforma del sistema de financiación. Estos mecanismos, concebidos inicialmente como soluciones temporales durante la crisis financiera pasada, han perdurado en el tiempo debido a que algunas regiones aún enfrentan dificultades para acceder a financiación en condiciones favorables por su cuenta en los mercados.

En su análisis, el organismo enfatiza que una condonación de deuda, sin condiciones claras y sin una reforma estructural del sistema de financiación, podría ser contraproducente. Y pone el foco en garantizar que, tras la quita, las comunidades no continúen acumulando deuda más allá de lo permitido por las reglas fiscales establecidas. La ausencia de condiciones podría generar incentivos perversos, por los que las regiones no se vean motivadas a mantener una disciplina fiscal adecuada, confiando en futuras condonaciones o rescates financieros, considera la autoridad fiscal. “No tiene sentido, por tanto, hacer una condonación de deuda si no se garantiza que no se va a seguir acumulando deuda a futuro por encima de lo que permiten las reglas fiscales”, afirma el escrito.

La presidenta de la Airef, Cristina Herrero, presente en la reunión del CPFF, subrayó la necesidad de que cualquier medida de alivio financiero esté acompañada de compromisos firmes por parte de los gobiernos regionales. Estos compromisos deberían centrarse en adherirse a parámetros de responsabilidad fiscal, especialmente en lo que respecta a la regla de gasto. Este enfoque busca asegurar que las regiones mantengan sus niveles de gasto dentro de límites sostenibles, evitando desequilibrios fiscales que puedan comprometer la estabilidad económica a largo plazo.

Un aspecto crucial señalado por la autoridad fiscal es la necesidad de abordar los problemas de “azar moral” que pueden surgir en este tipo de operaciones. El término “azar moral” se refiere a situaciones donde una entidad puede tomar decisiones arriesgadas, confiando en que no enfrentará las consecuencias negativas de sus acciones en el futuro debido a la intervención o rescate por parte de otra entidad. En este contexto, el organismo advierte de que una condonación sin condiciones podría incentivar a las comunidades a asumir riesgos financieros indebidos, esperando futuras quitas o ayudas, lo que socavaría la disciplina fiscal y podría generar desequilibrios económicos significativos.

El organismo que preside Herrero también cuestiona uno de los criterios escogidos por Hacienda para diseñar la quita, por el cual se premia a las comunidades que no establecieron rebajas en el IRPF para no comprometer los ingresos. En opinión de la Airef, este es un “enfoque muy parcial” que no refleja bien el esfuerzo realizado por los territorios. En cambio, “con todas las limitaciones que pueda presentar”, la variable que mejor reflejaría ese esfuerzo sería el gasto computable, “puesto que el esfuerzo puede venir tanto por el lado del gasto como por el lado de los ingresos”.