Belleza, verdad y amor también en las catástrofes

Afirmaba Julián Marías que lo que más le inquietaba era que en España todos se preguntaban ¿qué va a pasar?, pero que casi nadie se pregunta ¿qué vamos a hacer?

Pues bien, en los días siguientes al 29 de octubre de 2024 la sociedad civil española tuvo una reacción solidaria y ejemplar frente a la tragedia ocasionada por la dana que padecieron algunas de las comunidades autónomas que integran el territorio español.

En aquella fecha, España sufrió uno de sus mayores desastres naturales que azotó principalmente a la Comunidad Valenciana, aunque también afectó a Castilla-La Mancha y a Andalucía. La dana ocasionó innumerables pérdidas materiales, todavía por reparar, y, lo que es peor, pérdidas humanas, irreparables.

Ante tal catástrofe fueron muchas las personas, especialmente las más jóvenes, que con gran generosidad acudieron desde toda España para ayudar de forma voluntaria. A todos ellos hay que mostrarles nuestra gratitud y nuestro reconocimiento.

Al igual que reaccionó la sociedad civil, el Notariado, que hunde sus raíces en la sociedad de la que los notarios formamos parte, también reaccionó inmediatamente en ayuda de los damnificados.

Como es sabido, el notario es un vecino más de la localidad en la que desempeña su función y una vez a salvo sus propios empleados, nuestros compañeros dedicaron todos sus esfuerzos a atender a las familias.

En muchas ocasiones la ayuda consistió en escuchar con empatía a los vecinos, que acudían a nosotros buscando consuelo para el drama que estaban viviendo. Tal reacción muestra la proximidad y cercanía de los notarios para con sus conciudadanos.

La notaria de uno de los pueblos afectados me comentó que los vecinos se acercaban a su despacho y exclamaban ¡estáis abiertos!, y tal circunstancia les daba fuerzas para iniciar la dura tarea de la reconstrucción material, la emocional es más difícil.

Pero, además, desde el primer día el Notariado español se volcó para ayudar a las personas afectadas siguiendo el protocolo de actuación que activamos en el Consejo General del Notariado tras la erupción del volcán de Tajogaite en La Palma, conscientes de las consecuencias legales —y también emocionales— que implica para cualquier ciudadano y familia no disponer de los documentos que acreditan la propiedad de sus bienes y los contratos civiles y mercantiles firmados hasta el momento de la catástrofe.

Es importante resaltar que este protocolo, alerta desde entonces, se activará siempre que sea necesario en España, ofreciendo la seguridad y tranquilidad de que todos los documentos notariales de los españoles no se perderán nunca, suceda lo que suceda. La ley nos otorgó el mandato de custodiarlos y eso hacemos y haremos en el futuro. Custodiarlos y reconstituirlos cuando sea necesario.

La Junta Directiva del Ilustre Colegio Notarial de Valencia tomó una serie de acuerdos de urgencia destinados al auxilio notarial de los ciudadanos afectados, en su mayoría recogidos posteriormente en el Real Decreto-ley 6/2024, de 5 de noviembre.

Esos acuerdos tuvieron como finalidad garantizar el asesoramiento gratuito a personas afectadas, la localización y obtención gratuitas de copias simples de escrituras extraviadas a consecuencia de las inundaciones relativas a los inmuebles perjudicados por la dana, así como la tramitación de actas notariales también gratuitas, además de dar solución a otras dificultades como señala el mencionado Real Decreto-Ley.

Para ello, entre otras medidas, se amplió la frecuencia del Servicio de Atención al Usuario, que es un servicio en beneficio de los consumidores del que disponen los Colegios Notariales, se incrementó la atención telefónica y por email creando una dirección de correo electrónico específica.

Todas estas medidas responden a aspectos concretos de la función notarial, facilitados en gran medida en su aplicación por las tecnologías. En este sentido, la existencia del protocolo electrónico notarial ha evitado la destrucción de muchos documentos públicos notariales.

Como es sabido, en cualquier situación en que ha habido o puede haber daños materiales se recurre como medio probatorio privilegiado a las actas notariales.

Notarios de las localidades afectadas así como del resto de la Comunidad Valenciana, especialmente habilitados para ello, autorizaron actas de presencia en los casos en los que era posible su realización, que inicialmente fueron muy pocos debido a las restricciones físicas y legales para circular y entrar en las zonas afectadas.

Además, el Colegio Notarial de Valencia, haciendo uso de la posibilidad de la relación telemática con los ciudadanos por medio de la Sede Electrónica Notarial y de la disponibilidad de copias autorizadas electrónicas con código seguro de verificación, habilitó inmediatamente una plataforma desarrollada por el Centro Tecnológico del Consejo General del Notariado para que las personas y empresas afectadas, sin necesidad de desplazamiento a las Notarías, pudieran solicitar y recibir de manera gratuita un acta notarial de los daños sufridos en sus propiedades o vehículos, remitiendo directamente a los notarios fotografías de sus inmuebles o vehículos dañados, con el objetivo de disponer, a la mayor brevedad posible, de actas notariales de manera telemática.

El acceso a esta plataforma telemática se habilitó a través del Portal Notarial del Ciudadano y la página web de inicio del Colegio Notarial de Valencia. Para todas aquellas personas que por cualquier causa no pudieran acceder a la plataforma electrónica, o que necesitaran ayuda para solicitar las actas notariales, se recordó desde el Colegio Notarial que podían acudir a cualquier Notaría para recibir toda la ayuda necesaria.

Con la tragedia de la dana, y por segunda vez, la primera tuvo lugar con ocasión de la erupción del volcán de la Palma, el Notariado español reaccionó desde el primer día y unitariamente, y se volcó para ayudar a las personas afectadas.

Y es que, ante cualquier catástrofe, la reacción de personas y corporaciones como el Notariado, ayudando a otras personas, nos muestra que, como dice el sacerdote Mariano Fazio, estamos hechos para la belleza, para la verdad y para el amor.

Concepción Pilar Barrio Del Olmo es presidenta del Consejo General del Notariado y decana del Colegio Notarial de Madrid.